"Si oís que alguna mujer no quiere tener a su hijo y desea abortar, intentad convencerla para que me traiga a ese niño. Yo lo amaré, viendo en él el signo del amor de Dios". M. Teresa de Calcuta, al recibir el premio Nobel de la Paz (Oslo, 10 de diciembre de 1979).
Hace un par de semanas, cuando en la ciudad de México acababan de convertir en algo legal el asesinato de bebés en el vientre de su madre, platicábamos, en el seno de nuestra reunión quincenal, un grupo de compañeros adultos mayores, consternados por el tema de la despenalización del aborto.
Comentamos que tristemente no es un problema exclusivo del DF, sino que están tratando de hacer lo mismo, de manera simultánea, en Nicaragua, Colombia, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Chile, Argentina y bueno… en toda Latinoamérica y en los países latinos de Europa. Se trata de una agenda internacional, muy bien estructurada, encaminada, de acuerdo con la estrategia marcada por Gramsci a la destrucción de la familia cristiana.
Fue entonces cuando mi marido, siempre sabio y atinado, nos recordó que, como Dios es bueno y siempre sabe cómo sacar cosas buenas de las malas, seguramente algo bueno podíamos sacar los católicos de todo esto y me dijo:
– Si la Madre Teresa estuviera viva y le hicieran una entrevista en la prensa en estos momentos en que en todos los países se está tratando de legalizar el aborto… ¿qué crees que diría?
Respondí sin titubear:
– Madre Teresa hubiera dicho lo mismo que decía siempre: "No los maten, dénmelos a mí"
Y... bueno... la Madre Teresa ya no está viva y no puede decirlo, pero podemos decirlo nosotros en su nombre. ¿Por qué no?
¿Alguno de ustedes estaría dispuesto a recibir un niño en su casa para evitar que su madre lo asesine?
Yo sí. No es que tenga grandes recursos ni una casa demasiado grande, pero... para dar amor, cuidado y educación a un bebé no se necesitan grandes riquezas ni grandes espacios. Para acoger a un bebé en una familia no se necesita abrirle un hueco en la casa, sino sólo un hueco en el corazón.
¿Cuántos bebés pueden caber en la casa de los Planas? No demasiados, pues nuestro espacio es pequeño... (Vivimos con nuestros nueve hijos en un terreno de 250 m2). Tal vez podríamos acoger a unos diez, quince o veinte... cuando mucho, pero... ¿Cuántos bebés pueden caber en las casas y en los corazones de todos los católicos que visitan a diario Catholic.net? ¡Millones y millones!
La Iglesia cuenta con cientos de Instituciones que se dedican a dar atención a mujeres embarazadas, con cientos de casas hogares para niños huérfanos, con cientos de organizaciones pro-vida y hay millones de matrimonios católicos que desean adoptar un bebé. También sé de muchos católicos que, imposibilitados para acoger personalmente a alguno de estos chiquitos, estarían dispuestos a aportar económicamente para su cuidado.
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