Marzo / 2007
Desarrollo estabilizador
Hace unos días falleció Don Antonio Ortiz Mena, quien fuera Secretario de Hacienda durante doce años, con los Presidentes Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz. Un amigo y compañero a quien recuerdo con aprecio, me platicó la siguiente anécdota: «Cuando yo estudiaba en
Durante su gestión como Secretario de Hacienda se alcanzó un crecimiento promedio anual del 6.2% y una inflación promedio anual de 2.6%. Ortiz Mena sirvió a dos Presidentes. A uno de ellos lo calificaron de izquierda y al otro de derecha. A pesar de ello, en los doce años México mantuvo fundamentalmente la misma política económica. Esa política, promovida por Ortiz Mena, fue más allá de las tendencias ideológicas del Presidente en turno. Las líneas fundamentales pueden parecer simplistas para algún estudiante de posgrado en economía, pero dieron resultado.
Ortiz Mena, abogado, tenía un gran sentido común y actuaba con lógica económica. Uno de sus secretos fue mantener controlado el gasto público. Siempre les pidió a los Presidentes que no gastaran más de lo que podían financiar sanamente. También les aconsejó mantener precios libres y reducir en la medida de lo posible los subsidios. En otras palabras, finanzas sanas y un entorno macroeconómico que infundiera confianza.
Durante varios años de esos doce, la inflación fue menor a la de Estados Unidos, por ello y la baja deuda externa, no fue necesario devaluar el peso. La baja inflación logró que los salarios tuvieran durante su gestión, a pesar que se revisaban cada dos años, el mayor incremento real del siglo pasado en el país. Los resultados económicos de su gestión están registrados como los mejores en la historia moderna de México.
¿Prejuicios o principios?
La palabra "prejuicio" está desprestigiada, lleva una gran carga emocional, pero es muy útil para atacar a quienes opinan en contrario. No sé si la confusión entre los conceptos "prejuicio" y "principio" o "valor" sea voluntaria, subconsciente o auténtica, pero muchas personas utilizan el primero para atacar al segundo: lo que tú dices es por prejuicio, cuando la verdad es que lo que el otro dice lo dice por ser un principio.
¿Qué es un prejuicio para los diccionarios? Es una "opinión previa y tenaz, por lo general desfavorable, acerca de algo que se conoce mal" para el RAE. Otra definición es: "juicio u opinión, generalmente negativo, que se forma inmotivadamente de antemano y sin el conocimiento necesario". ¿Cuáles son sus sinónimos? recelo, suspicacia, prevención, preocupación, obcecación, ofuscación, arbitrariedad, tabú, monomanía, convencionalismo, terquedad, aprensión, escrúpulo. Siempre se considera que un prejuicio es una opinión sin base, hecha sin conocimiento del tema, por eso es tan útil para atacar a quien argumenta contra lo que se afirma, para desprestigiarlo.
Es muy común escuchar la palabra prejuicio cuando los partidarios de asuntos como el aborto, la eutanasia y la homosexualidad y por supuesto el "matrimonio" entre homosexuales se refieren a las opiniones en su contra. El rechazo a opiniones basadas estrictamente en principios morales lo califican como "prejuicio", cuando se trata realmente de lo contrario: la defensa del principio moral o ético es el producto de un juicio de valor, hecho con conocimiento de causa; no se pre-juzga, se juzga.
Los principios de la moral natural, los derechos del hombre, el derecho a la vida, son productos de largas y fructíferas reflexiones hechas por muchos pensadores a través de la historia; son producto de juicios de valor, exactamente lo contrario de lo que es un prejuicio.
Curiosamente, muchas de las posiciones tomadas por los defensores de la cultura de la muerte o de la homosexualidad como forma "normal" de vida, son auténticos prejuicios. Aceptan las posiciones contrarias a los principios precisamente porque no han sometido a juicio dichas posiciones. Decir que defender un principio (que contradice sus deseos) es un prejuicio es una cómoda forma de evitar el juicio moral ante temas de vital importancia para la sociedad.
Acusar a alguien que defiende principios de tener prejuicios en temas como los señalados, es lo mismo que acusarlo de "retrógrado". Este caso es también lo contrario: los verdaderos retrógrados son quienes piden volver a la edad de las cavernas, antes de que la humanidad descubriera y/o aceptara el valor de la vida humana, por ejemplo, como principio.
Quienes defendemos principios morales que la humanidad ha sostenido a través de los siglos, y sobre los cuales no se puede moralmente transigir, debemos rechazar la etiqueta de "prejuicio" para nuestros principios. Pero he visto que el silencio en muchas mesas de discusión pública permite que el observador caiga en el juego de que, efectivamente, se trata de prejuicios, no de valores o principios lo que se están oponiendo a los antivalores.
En una discusión sobre temas moral o éticamente controversiales como la bioética o las culturas de la vida y de la muerte, y cada vez que alguien diga que se defiende lo contrario -los principios de moral universal frente a posiciones permisivas e inmorales- por prejuicios, debemos enfrentarlo con peticiones de juicios de valor, de someter ambas posiciones a juicio.
Sin duda que mucha gente acepta falsos principios como auténticos, digamos el supuesto derecho de la mujer a deshacerse de su embarazo con un aborto provocado, y por tanto lo defiende así, y es entonces precisamente cuando el juicio de valor es más valioso y oportuno. Quien así piensa, ha prejuzgado el valor de la cultura de la vida. Si el adversario nos acusa de tener prejuicios –cuando son en realidad valores o principios- es cuando la petición de juicio de valor demostrará la supremacía de los valores o principios sobre los falsos valores o los verdaderos prejuicios a favor de la cultura de la muerte y otros temas semejantes.
Bush en México
El Presidente George W. Bush llegó a México, después de haber visitado Brasil, Uruguay, Colombia y Guatemala. Es natural que haya seleccionado a México como la última escala de ese viaje por el continente. Son días con el Presidente Felipe Calderón en la bella ciudad de Mérida, Yucatán. Se trata de un viaje que promueve esperanza para un continente que está avanzando en términos económicos, pero que aún sigue padeciendo pobreza e inequidad. Veo a México como una promesa ejemplar para esta región del mundo.
Sé que el Presidente Bush y los líderes de los Estados Unidos de América están comprometidos con el progreso democrático y económico del Continente Americano. Tenemos este compromiso porque se trata de una región que compartimos con países cuya seguridad y prosperidad están entrelazadas. Tal como lo dijo el Presidente Bush: "Favorece el interés nacional de los Estados Unidos de América ayudar a que los pueblos de las democracias tengan éxito. Cuando nuestros vecinos son prósperos y viven en paz, hay entonces mejores oportunidades económicas y mayor seguridad para nuestro propio pueblo".
Es cierto que los encabezados noticiosos de los últimos años se han concentrado de manera particular en el Medio Oriente y en otros lugares de Asia. Pero aun cuando nuestro trabajo en
El viaje del presidente Bush demuestra también el compromiso de los Estados Unidos de promover la libertad, la prosperidad y el bienestar general de los habitantes de este continente. Durante el último año hemos sido testigos del fortalecimiento de la democracia en toda
Como una prueba de esa responsabilidad compartida, el presidente Bush anunció una serie de nuevas iniciativas, que incluyen aportar 385 millones de dólares para subvencionar hipotecas de las familias trabajadoras en México, Brasil, Chile y los países de América Central.
Adicionalmente, ha propuesto aportar 75 millones de dólares para nuevos programas educativos, crear una institución que capacite en el cuidado de la salud, y desplegar un buque hospital de
De regreso a
El Presidente Bush aprovecha también su estancia en México para apoyar los esfuerzos del Presidente Felipe Calderón en cuanto a reducir la pobreza y la desigualdad del ingreso, ampliar las oportunidades económicas y restaurar la ley y el orden. Con respecto al asunto complejo y políticamente delicado de la migración, nuestro presidente ha dicho con claridad que "es importante y esencial que el Congreso apruebe una amplia reforma migratoria que yo pueda firmar convirtiéndola en ley".
Sé que los Presidentes George W. Bush y Felipe Calderón se comprometieron a abordar una amplia agenda con el fin de fortalecer nuestra relación bilateral, lo que incluye aumentar nuestros esfuerzos de cooperación para combatir al crimen organizado, promover los intercambios educativos conjuntos e impulsar decididamente el comercio y la inversión, la creación de empleos y los esfuerzos para reducir la pobreza. Vamos a trabajar juntos para abordar nuestros retos comunes de manera responsable, respetuosa y en el mejor interés de nuestros dos países.
Los Estados Unidos son afortunados en tener un socio que disfruta de relaciones positivas con los países ubicados al norte y al sur de sus fronteras. Cada vez más, México es un modelo para toda la región. Se trata de una nación en movimiento, con líderes en todo el espectro político que tienen la visión y la determinación de conducir a este país a través de una profunda transformación. He tenido el privilegio de observar un gobierno que reconoce el imperativo de la seguridad y de fuertes instituciones representativas, que está comprometido en combatir la pobreza y las desigualdades que aún afectan a la sociedad mexicana, y que tiene el ánimo de aprovechar los mercados con el fin de que todos los mexicanos –no sólo las elites disfruten de oportunidades económicas y avancen en la senda hacia la prosperidad.
El liderazgo político de México está poniendo en vigor políticas orientadas a fortalecer el imperio de la ley, atraer inversiones, mejorar los servicios públicos y combinar la prosperidad económica y la justicia social. Sería una sabia medida que otros países de América Latina emularan las acciones de México.
Como siempre, les doy las gracias por su interés en las actividades de
«La ley disciplina nuestro cotidiano vivir»
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