martes, 23 de marzo de 2010

NORTEAMERICA


 Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel

Marzo / 2007

 

1.         INTRODUCCIÓN

 

Norteamérica o América del Norte, subcontinente que abarca Canadá, los Estados Unidos de América y parte del territorio de México. También incluye a Groenlandia, la isla más grande del mundo, así como el departamento francés de ultramar de Saint Pierre y Miquelon y la colonia británica de Bermudas, compuestas por pequeñas islas en el océano Atlántico. Norteamérica, a principios de 1990, superaba los 360 millones de habitantes.

Escarabajo dorado

Norteamérica

Norteamérica: espacios urbanos y rurales

 

            Macaón del desierto

Papilio polyxenes

Esta mariposa, común en el suroeste de los Estados Unidos, se alimenta de plantas que la hacen incomestible para pájaros y reptiles. Sin embargo, es una de las preferidas de los coleccionistas de mariposas por sus colores, ya que es negra, con manchas azules y amarillas, y con un punto rojo. Otra de sus características es la larga flámula que cuelga de sus alas posteriores.

 

            Escarabajo dorado

Plusiotis resplendens

Este escarabajo, posiblemente uno de los insectos más bonitos del mundo, posee reflejos metálicos. Por las noches, sale a alimentarse en las selvas de Centroamérica.

 

Norteamérica

 

Norteamérica incluye Groenlandia, Canadá, Estados Unidos y México. Se cree que los amerindios, los primeros habitantes del subcontinente, llegaron hace 50.000 años al atravesar a pie el estrecho de Bering, que se hallaba en esa época por encima del nivel del mar. Al perseguir a sus presas, los amerindios llegaron hasta Norteamérica y se establecieron en todo el continente; las concentraciones más numerosas tuvieron lugar

© Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

En la región del actual México. Los colonos europeos no llegaron al continente hasta principios del siglo XVI. Este mapa también muestra los países de Centroamérica y del Caribe.

Junto a Centroamérica, las Antillas y Sudamérica, Norteamérica constituye el continente americano. La definición de Norteamérica algunas veces incluye Centroamérica y las Antillas, que se tratan por separado en esta enciclopedia. El término América deriva del nombre del navegante italiano Américo Vespucio, que pudo haber visitado en 1497 y 1498 el subcontinente norteamericano.

       

2. ENTORNO NATURAL

La forma de Norteamérica se aproxima a la de una cuña, con una anchura máxima al norte. La mayoría de su masa continental se halla en latitudes medias, con una considerable sección septentrional dentro de las regiones árticas y una pequeña parte alrededor del trópico de Cáncer. El continente se extiende, de este a oeste, entre los 12° de longitud O, en Nordost Rundingen (Northeast Foreland o punta Nororiental), al noreste de Groenlandia, hasta los 172° de longitud E, en el extremo occidental de la isla Attu, en Alaska. Su extensión de norte a sur es de 69°, desde los 83° de latitud N, en el cabo Morris Jesup (Groenlandia), hasta los 14° de latitud N, en el sur de México. Norteamérica limita al norte con el océano Ártico, al este con el océano Atlántico, al sur con el golfo de México y el istmo de Tehuantepec (México), y al oeste con el océano Pacífico. La superficie del continente es de 23,5 millones de km2 aproximadamente.

Su contorno es extremadamente irregular; algunos tramos importantes son relativamente uniformes, pero en general el litoral es recortado, con numerosas bahías e islas cercanas a la costa, sobre todo al norte. El subcontinente presenta tres enormes escotaduras costeras: la bahía de Hudson al noreste, el golfo de México al sureste y el golfo de Alaska al noroeste.

          1.  Historia geológica

De acuerdo con la teoría ampliamente aceptada de la tectónica de placas, casi toda Norteamérica se corresponde con la placa norteamericana. Se cree que Norteamérica estuvo una vez unida a Europa y a África y que comenzó a separarse hace unos 170 millones de años, en el periodo jurásico; el proceso de deriva continental aceleró esta separación hace 95 millones de años aproximadamente, durante el periodo cretácico. Al tiempo que Norteamérica se desplazaba hacia el oeste a una media de 1,25 cm. al año, se cree que la placa del océano Pacífico se introdujo por debajo de la placa norteamericana y, por esta razón, causó un plegamiento temprano, evidente hoy día en una serie de altas montañas situadas en la costa occidental. Mientras el océano Atlántico se abría, se produjeron grandes fallas a lo largo de la costa oriental.

2.  Regiones fisiográficas

 

                                                                                                                                           

 

  

Regiones de Norteamérica

La geografía y los recursos naturales de las diversas regiones de Norteamérica influyeron en el desarrollo de distintas culturas. Mientras que las culturas costeras dependieron principalmente de la pesca, los pueblos del interior desarrollaron técnicas de caza. Los grupos más estables, en particular los que se asentaron a lo largo de las costas, mantuvieron intercambios sociales y económicos. Otros grupos, como los del extremo norte, eran nómadas y vivían más aislados.

Norteamérica se puede dividir en cinco importantes regiones fisiográficas. La mitad oriental de Canadá, al igual que la mayor parte de Groenlandia y parte de los estados de Minnesota, Wisconsin, Michigan y Nueva York, en Estados Unidos, son parte del escudo Canadiense (o macizo Laurentiano), una región mesetaria compuesta por antiguas rocas cristalinas, con suelos pobres y cubierta por densos bosques al sur. La segunda región es la llanura costera que se extiende por la mayor parte del este de Estados Unidos y México. En Estados Unidos la llanura costera limita al oeste con una tercera región, que comprende una cordillera montañosa relativamente estrecha, formada en esencia por los montes Apalaches. La cuarta región abarca la parte central del continente, desde el sur de Canadá hasta el suroeste de Texas, y muestra una extensa llanura que ha experimentado periodos alternos de inmersión por debajo del mar y de emergencia, lo que ha determinado que esté cubierta por capas de rocas sedimentarias hasta una gran profundidad. No es una llanura ininterrumpida, pues comprende terrenos ondulados e incluso accidentados, como la meseta de los Ozark. La parte occidental abarca las llamadas Grandes Llanuras, que se elevan hacia las montañas Rocosas.

Valle de la Muerte                                                                                                            

 

                                                                                                                                           

  

En esta bella imagen se observa una panorámica del valle de la Muerte, región desértica árida y deprimida del sureste del estado de California. El valle, que tiene una anchura de entre 6 y 26 Km. y en torno a los 225 Km. de longitud, está casi totalmente rodeado de cordilleras de origen volcánico, desnudas y de vivos colores. Las partes más bajas del valle son salinas y se encuentran desprovistas de vegetación, mientras que las partes más altas contienen una mezcla de granos de sal y arena, que en ocasiones forman dunas. La temperatura del valle en verano, una de las regiones más calurosas que se conocen, superan los 51,7 °C a la sombra y rara vez desciende de los 21,1 °C. Son frecuentes las tormentas de arena y los torbellinos de polvo cuyo paso se puede prolongar durante varias horas.

La quinta y más occidental región de Norteamérica, que se extiende por gran parte de México, presenta una indiscutible actividad orogénica; su reciente historia geológica está definida por los movimientos de la corteza y la actividad volcánica. Las montañas Rocosas, en efecto, están emparentadas geológicamente con la cordillera sierra Madre oriental de México. Al oeste hay un área de cuencas dispersas y altas mesetas, que incluyen la meseta interior de la Columbia Británica en Canadá, la meseta del Colorado, la Gran Cuenca de Estados Unidos y la extensa llanura central de México o altiplanicie Mexicana. A lo largo de la costa del Pacífico se alzan varios sistemas montañosos elevados, que se extienden desde la cordillera de Alaska hasta la sierra Madre occidental y la sierra Madre del Sur, en México. En medio se encuentran las montañas Costeras de la Columbia Británica canadiense y la cordillera de las Cascadas, las cordilleras Costeras y la sierra Nevada, en Estados Unidos. Entre estas cordilleras existen algunas zonas llanas, como el fértil valle central de California. El punto más alto de Norteamérica, el monte McKinley, también llamado Denali (6.194 m), está situado en la cordillera de Alaska, y el punto más bajo, a 86 m por debajo del nivel del mar, se halla en el valle de la Muerte, en la Gran Cuenca californiana.

          3.  Hidrografía

La gran cordillera Norteamericana, principalmente la cresta de las montañas Rocosas, constituye una divisoria que divide el subcontinente en dos grandes vertientes: la oriental, donde los cursos de agua fluyen hacia el océano Ártico, la bahía de Hudson, el océano Atlántico y el golfo de México; y la occidental, cuyos ríos discurren hacia el océano Pacífico.

Dos importantes sistemas de drenaje —el sistema formado por los Grandes Lagos y el río San Lorenzo y el sistema de los ríos Mississippi y Missouri— dominan la hidrografía de Norteamérica oriental y central. Los cinco Grandes Lagos (Superior, Michigan, Hurón, Erie y Ontario) drenan el noreste hacia el océano Atlántico, por medio del río San Lorenzo. La mayor parte de la región central de Estados Unidos y una pequeña parte del centro de Canadá está recorrida de norte a sur por las aguas de río Mississippi y sus afluentes, en especial por el Missouri, el curso fluvial más largo de Norteamérica. También en dirección al golfo de México y mar de las Antillas discurren los ríos Bravo y Pánuco, entre otros. Hacia el Ártico fluye el río Mackenzie, en Canadá occidental, que desemboca en el mar de Beaufort, mientras que otros muchos vierten sus aguas en la bahía de Hudson. Al oeste de la gran divisoria continental destacan los ríos Colorado, Sonora, Yaqui, Balsas, Columbia, Fraser y Yukón.

La mitad meridional de Norteamérica contiene algunos importantes lagos naturales, pero son Canadá y el norte de Estados Unidos quienes poseen un mayor número de ellos y con dimensiones notables. El Superior, el lago de agua dulce más grande del mundo, y diez de los veinticinco lagos naturales más grandes se hallan en esta región. El lago Mead, junto al río Colorado (Estados Unidos), es un gran lago artificial, y el Gran Lago Salado, en Utah, destaca por la alta salinidad de sus aguas. En México, el más extenso es el lago de Chapala, que recibe las aguas de varios ríos.

4.  Clima

 

 

 

Norteamérica: mapa climático

Groenlandia y los dos tercios septentrionales de Canadá y Alaska tienen climas subártico y ártico. Los largos y fríos inviernos y los veranos templados, de estas regiones de Norteamérica, marcan un fuerte contraste con los climas del extremo meridional del continente. La mayor parte del sur de México tiene clima tropical, caluroso durante casi todo el año.

Aunque Norteamérica posee una considerable variedad de climas, se pueden identificar cinco importantes regiones climáticas. Alaska y los dos tercios septentrionales de Canadá, al igual que toda Groenlandia, presentan un clima subártico y ártico, en los que los inviernos oscuros, largos y terriblemente fríos se alternan con veranos breves y frescos. La mayor parte de la región, que recibe relativamente pocas precipitaciones, está cubierta de nieve y hielo durante gran parte del año. Una segunda región climática abarca los dos tercios orientales de Estados Unidos y Canadá meridional. Se caracteriza por un clima húmedo, en el que las cuatro estaciones están muy diferenciadas y los cambios en el tiempo atmosférico son frecuentes. El promedio de temperaturas de la parte meridional de esta región es más elevado. La tercera región incluye el interior del oeste de Estados Unidos y gran parte del norte de México, donde dominan las áreas desérticas y de montaña, que en general reciben escasas precipitaciones aunque con significativas variaciones locales, debidas a la altitud y a la orientación de las vertientes. La cuarta región climática abarca una estrecha franja a lo largo del océano Pacífico, desde el sur de Alaska hasta el sur de California; goza de inviernos relativamente templados y húmedos y veranos bastante secos. La mayor parte del sur de México tiene un clima tropical, con calor durante todo el año y considerables precipitaciones, especialmente en los meses estivales.

          5.  Flora

La actividad humana ha modificado de manera significativa la flora natural de Norteamérica, pero su naturaleza básica todavía se mantiene en gran parte del continente. El bosque más notable es la taiga, o bosque boreal, formado fundamentalmente por coníferas, como piceas, abetos, tsugas y alerces; cubre la mayor parte de Canadá meridional y central y se extiende hasta Alaska. Al este de Estados Unidos un bosque mixto, dominado por árboles caducifolios al norte y por varias especies de pino amarillo al sureste, ha sido en gran parte desmontado o talado, pero un área considerable ha vuelto a desarrollarse desde la década de 1940. En la parte occidental del continente, los bosques están asociados principalmente a las cordilleras montañosas, con un predominio de las coníferas. En California, la secuoya de madera roja y la secuoya gigante alcanzan un tamaño enorme. Los bosques tropicales de México se caracterizan por su gran variedad de especies: tropicales (huayacán, caoba y cedro), coníferas (abeto, cedro blanco y oyamel) y bosques mixtos (encino, fresno, nogal y roble).

La vegetación de las áreas más áridas del subcontinente está compuesta sobre todo por praderas y monte bajo. Las llanuras y praderas de Estados Unidos y Canadá meridional estaban originariamente cubiertas de hierba, pero gran parte de la flora natural ha sido reemplazada por cultivos comerciales. Las tierras de secano del oeste de Estados Unidos y México septentrional están ocupadas en algunas regiones por una gran variedad de arbustos de porte bajo y mediano (mezquitales y nopaleras), así como por varias especies de cactáceas, agaves y yuras. Entre la línea septentrional del bosque y las áreas de nieves perpetuas se extiende la tundra, con juncos, hierbas bajas, musgos y líquenes.

          6.  Fauna

La fauna salvaje nativa de Norteamérica era numerosa y diversa, pero la difusión de los asentamientos humanos ha motivado la reducción del tamaño de los hábitats y del número de especies. En general, la fauna de Norteamérica es similar a la de las áreas septentrionales de Europa y Asia. Destacan los grandes mamíferos, como los osos (el mayor de los cuales es el grizzly), el carnero canadiense, el oso hormiguero, el ocelote, el venado, el bisonte (que formaba parte de la fauna característica del norte de México y de Estados Unidos, y del que actualmente sólo existen rebaños protegidos), el caribú, el buey almizclero y el wapití. Los grandes carnívoros incluyen el puma, el jaguar (en las regiones más meridionales), el lobo y su pariente de menor tamaño, el coyote, y, en el extremo norte, el oso polar. Una especie de marsupial, la zarigüeya, es endémica del subcontinente. De los numerosos reptiles, pocos son venenosos, como la serpiente coral, las víboras, la serpiente de cascabel, el monstruo de Gila y el lagarto de collar, presente en el suroeste de los Estados Unidos y México, los únicos lagartos venenosos del mundo. Gran variedad de peces y mariscos viven en las aguas marinas cercanas a la costa de Norteamérica, y otros muchos peces pueblan los ríos y lagos de agua dulce.

          7.  Recursos minerales

Norteamérica posee enormes yacimientos de gran variedad de minerales importantes. Existe petróleo y gas natural en importantes cantidades en el sur de Alaska, el oeste de Canadá, el sur y el oeste de Estados Unidos y el este de México; grandes lechos de carbón se hallan al este y oeste de Canadá y Estados Unidos; y mineral de hierro en el este de Canadá, norte de Estados Unidos y centro de México. Canadá también posee importantes depósitos de cobre, níquel, uranio, cinc, asbesto y potasio. Estados Unidos tiene grandes cantidades de cobre, molibdeno, níquel, fosfatos y uranio, y México posee notables reservas de baritina, cobre, fluorita, plomo, cinc, manganeso y azufre, así como significativos yacimientos de oro y plata, siendo actualmente el primer productor de plata en el mundo.

        3.  POBLACIÓN

Norteamérica tuvo una población dispersa hasta épocas relativamente recientes. Con la importante excepción de los habitantes de la zona central de México (las mesetas y valles que rodean al actual Distrito Federal), los pueblos indígenas del subcontinente vivían diseminados geográficamente y poseían una gran diversidad cultural. Los asentamientos europeos en el subcontinente iniciaron un cambio casi total en su geografía humana; los europeos diezmaron y desplazaron a los pueblos indígenas. La forma de vida de la mayoría de dichos pueblos sufrió grandes alteraciones. La mayoría de la población actual de Norteamérica es de ascendencia europea, pero también engloba otros grupos significativos.

          1.  Etnografía

Al menos el 35% de los habitantes de Canadá descienden de los británicos y un 4% son de origen francés; gran parte de estos últimos viven en la provincia de Quebec. El país también tiene un número significativo de habitantes de origen alemán, italiano, polaco, ucraniano, chino, holandés y escandinavo. La población de Estados Unidos está más diversificada que la de Canadá. En 1990, la población de ascendencia (al menos en parte) británica o irlandesa formaba el grupo más numeroso, aproximadamente un 29% de los habitantes del país. Los negros, cuyos antepasados provenían de África, alcanzan alrededor del 12% de la población, los alemanes cerca del 23%, y los habitantes de origen hispano alrededor del 9%. Como en Canadá, también hay una importante población de origen italiano, polaco, francés, ruso, holandés y escandinavo. Los habitantes de origen asiático —principalmente japoneses, chinos, filipinos, indios, coreanos y vietnamitas— sólo suponían el 2,9% de la población de Estados Unidos en 1970, pero, a partir de esa década, el número de asiáticos se ha incrementado significativamente debido a la emigración.

Los indígenas americanos y los inuit (esquimales) suponen aproximadamente 1,8 millones en Estados Unidos y alrededor de 400.000 en Canadá. Se cree que los antepasados de los pueblos indígenas americanos iniciaron su emigración desde Asia a Norteamérica por medio de un paso terrestre a través del estrecho de Bering, cerca de Alaska, hace unos 30.000 años, y que los antepasados de los inuit emigraron en embarcaciones desde Asia hace unos 6.000 años. En Groenlandia viven unos 30.000 inuit.

Alrededor del 55% de la población de México está formada por mestizos, personas de ascendencia mixta, resultado del cruce de indígenas americanos y europeos, sobre todo españoles. Aproximadamente el 30% de la población es de origen indígena americano relativamente puro, y un 15% es de origen europeo puro.

          2.  Demografía

Según estimaciones para 1995, Estados Unidos tenía 263.437.000 habitantes; México (según estimaciones para el año 1993), 90.419.606 habitantes; Canadá (según estimaciones para 1993), 28.753.000 habitantes; y Groenlandia (según estimaciones para el año 1994) 55.419 habitantes. La mayor parte de la población se concentra en la mitad oriental de Estados Unidos y en las zonas adyacentes de Ontario y Quebec, la costa pacífica de Estados Unidos y la meseta central de México. Casi un 80% de los habitantes de Canadá, Estados Unidos y Groenlandia viven en ciudades, al igual que el 75,8% de los mexicanos. Las principales áreas urbanas se encuentran en la costa atlántica de Estados Unidos, entre Boston y la ciudad de Washington, alrededor de las orillas de los lagos Erie y Ontario, en el extremo meridional del lago Michigan, en el norte y sur de California y en la superpoblada ciudad de México. Las ciudades norteamericanas más grandes son: el Distrito Federal, Guadalajara y Monterrey, en México; Nueva York, Los Ángeles, Chicago, Houston, Filadelfia y San Diego, en Estados Unidos, y Toronto, Montreal, Vancouver, Ottawa y Edmonton en Canadá. Lejos de las áreas metropolitanas, la mayor parte de Norteamérica tiene una densidad de población moderada. En México la densidad de población es de 43 hab. /km2, en Estados Unidos de 26,4 hab. /km2 y en Canadá de 2,9 hab. /km2. La gran mayoría de los canadienses viven en una franja relativamente estrecha a lo largo de la frontera meridional.

En Canadá y Estados Unidos la tasa de crecimiento de la población ha descendido desde la década de 1950. La población canadiense tuvo un incremento de hasta un 1% anual entre 1980 y 1987, al igual que en Estados Unidos y, algo más, un 1,2%, en Groenlandia. Sin embargo, México tenía una de las más altas tasas de crecimiento de población, 2,2% al año, y su tasa bruta de natalidad (cerca del 30‰ en 1989) era aproximadamente el doble que la del resto del continente. La tasa bruta de mortalidad era del 6‰ en México, del 7‰ en Canadá y del 9‰ en Estados Unidos.

La emigración intercontinental a Norteamérica fue significativa en las décadas de 1970 y 1980, cuando gran número de asiáticos y europeos se desplazaron a Estados Unidos y Canadá. Además, muchas personas emigraron desde países sudamericanos y caribeños a Estados Unidos. Los mayores movimientos de población, sin embargo, tuvieron lugar dentro de la misma Norteamérica, desde México a Estados Unidos y desde el noreste de Estados Unidos a los sectores meridional y occidental del país.

          3.  Lenguas

El inglés es la lengua más utilizada (el 90% de la población de Estados Unidos, aproximadamente, y cerca de las dos terceras partes de los canadienses). La población hispana de Estados Unidos habla español, mientras que el francés es una lengua importante para la cuarta parte de la población canadiense. Muchos de los pueblos indígenas e inuit de Estados Unidos, Canadá y Groenlandia utilizan sus lenguas tradicionales. El español es la lengua dominante en México, mientras que algo más de cinco millones de mexicanos hablan lenguas indígenas; los grupos lingüísticos más importantes son el náhuatl, maya, zapoteco, mixteco y otomí (véase Lenguas aborígenes de Hispanoamérica).

          4.  Religión

El cristianismo es la religión más importante de Norteamérica. La gran mayoría de los mexicanos, cerca de un 45% de los canadienses y un 26% de los estadounidenses profesan el catolicismo. Aproximadamente el 28% de los habitantes de Canadá son protestantes y cerca del 11% son anglicanos. En Estados Unidos los protestantes suponen el 60% de la población. Canadá y Estados Unidos tienen también considerables comunidades de judíos y de cristianos ortodoxos.

          5.  Cultura

En Estados Unidos y Canadá la vida cultural está muy desarrollada y diversificada, y los medios de comunicación (radio, televisión, cine y prensa) desempeñan un importante papel. Casi todas las ciudades de Norteamérica mantienen compañías teatrales y museos de arte, y los grupos musicales están muy difundidos. Las estructuras de cultura tradicional son más evidentes en las regiones rurales de México, pero sus ciudades poseen numerosas instituciones culturales modernas.

        4.  ECONOMÍA

Las actividades económicas de Norteamérica son extraordinariamente diversas. Estados Unidos y Canadá presentan una economía moderna y sofisticada. La modernización ha sido desigual en México, donde la inflación crónica y el enorme peso de la deuda dificultan el importante desarrollo de la energía, el transporte y la industria.

          1.  Agricultura

La agricultura es relativamente más importante en México que en los demás países de Norteamérica y proporciona empleo a más del 25% de la mano de obra (frente al 3% en Estados Unidos y el 4% en Canadá). La agricultura de subsistencia es importante en todo México, especialmente en el sur; sin embargo, la agricultura comercial se ha desarrollado adecuadamente en muchas áreas, sobre todo en la llanura central y en el norte del país. Los principales cultivos son el maíz, el sorgo, el trigo y los frijoles (judías), destinados en su mayor parte al consumo doméstico, y el algodón, el café y la caña de azúcar, cultivados principalmente para la exportación. También produce importantes cantidades de frutas, como naranja, mango, limón y lima, sandía, uva y papaya, entre otras, y desarrolla una notable actividad ganadera (vacuno).

La agricultura en Estados Unidos y Canadá está dominada por granjas muy mecanizadas, que producen inmensas cantidades de cultivos y productos ganaderos. Las Grandes Llanuras del centro de Estados Unidos y las provincias de la pradera canadiense (Alberta, Manitoba y Saskatchewan) son importantes productoras mundiales de cereales (en especial trigo, pero también cebada, avena, centeno y sorgo), semillas oleaginosas y ganado (vacuno, destinado a la industria láctea y cárnica, y lanar). Quizás la zona agrícola más grande e impresionante sea el cinturón del maíz (Corn Belt), una parte del Medio Oeste estadounidense (desde el oeste de Ohio al este de Nebraska), que produce las mayores cosechas mundiales de maíz; además proporciona importantes cantidades de otros cereales, brotes de soja, ganado vacuno y porcino. La agricultura en California produce una enorme cantidad de cultivos de regadío de gran valor, en especial frutas y hortalizas. Florida y Texas también son grandes productores de frutas y hortalizas, y los estados de Idaho, Washington, Oregón, Maine, Dakota del Norte y el sureste de Canadá, de patatas (papas). Otros productos agropecuarios relevantes son el algodón, las aves de corral, los productos lácteos y la caña de azúcar.

          2. Silvicultura y pesca

La silvicultura es un subsector importante de la economía canadiense, especialmente en la Columbia Británica, Ontario y Quebec. Destacadas industrias de productos forestales prosperan también en los estados del oeste (especialmente en Washington, Oregón y California) y del sureste de Estados Unidos.

La pesca es la principal actividad económica en Groenlandia, pero es poco importante en Canadá, Estados Unidos y México, a pesar de que las capturas son elevadas y de que algunas áreas costeras dependen de los ingresos resultantes de las ventas de pescado y marisco. Además de las aguas que bañan Groenlandia, los principales caladeros de pesca se hallan cerca de la costa septentrional del Pacífico, la costa septentrional del Atlántico, las costas del Atlántico meridional y el golfo de México. Además, grandes flotas atuneras tienen sus bases en el sur de California y el oeste de México.

          3.  Minería

La extracción de minerales es una actividad económica que adquiere cada vez más importancia en Estados Unidos, Canadá y México. Estados Unidos ha sido uno de los principales productores mundiales de petróleo durante muchos años, Canadá ha sido un importante productor desde finales de la década de 1940 y México se convirtió en uno de los principales países en la producción mundial de petróleo a finales de la década de 1970. Estados Unidos ocupa el segundo lugar entre los productores de gas natural del mundo y es también uno de los primeros países productores de carbón, extraído sobre todo en los vastos yacimientos de los Apalaches. El mineral de hierro ha sido desde hace tiempo importante en Estados Unidos y Canadá, obtenido sobre todo en los yacimientos situados alrededor del extremo occidental del lago Superior. Recientemente se han extraído grandes cantidades de este mineral en el área fronteriza entre la provincia de Quebec y Labrador, en el este de Canadá. Entre los minerales del subcontinente que se han explotado en considerables proporciones se encuentran el cobre, la plata, el plomo, el cinc, el níquel, el azufre, el asbesto, el uranio, los fosfatos y el potasio.

          4.  Industria

La industria ha sido desde hace mucho tiempo el principal sector económico de Estados Unidos. La mayor concentración de fábricas está situada en las áreas urbanas del cinturón industrial que se extiende aproximadamente desde Boston a Chicago. Sin embargo, desde la década de 1950 las manufacturas se han expandido considerablemente a otras partes del país, especialmente a las grandes ciudades de California y a los estados del sureste. La producción está muy diversificada, con énfasis en los metales primarios y elaborados, el procesado de alimentos, la maquinaria, el equipo electrónico y aerospacial, los vehículos a motor, los productos químicos y textiles, la confección, el papel y el material impreso. La industria también es una importante actividad económica en Canadá. Las fábricas se centran en las ciudades de Ontario, Quebec, Columbia Británica y Alberta, pero, sin duda, Toronto y Montreal constituyen los principales núcleos industriales. Las firmas canadienses elaboran una amplia variedad de productos, especialmente alimentos procesados y bebidas, equipamiento para transporte, papel y otros productos derivados de la actividad forestal, metales primarios y fabricados, productos químicos y equipo eléctrico y electrónico.

La industria se ha convertido paulatinamente en una parte importante de la economía mexicana desde la década de 1940. La industria pesada, con la siderurgia y la eléctrica, tiene una larga tradición en México. Dentro de la industria manufacturera destacan los productos químicos, la ropa y el calzado, los alimentos procesados, los vehículos a motor y sus recambios, los materiales de construcción y los equipos eléctrico y electrónico. Mención aparte merecen las empresas maquiladoras, establecidas cerca de la frontera con Estados Unidos y que se dedican al ensamblaje de productos para la importación a este país. La ciudad de México es, con diferencia, su principal centro industrial, pero algunas otras ciudades, como Monterrey y Guadalajara, cuentan con importantes concentraciones fabriles.

 

 

5.  Energía

Norteamérica consume grandes cantidades de energía. Canadá tiene mayor dependencia de la energía hidráulica que Estados Unidos y México, pero también utiliza elevadas cantidades de petróleo y gas natural. El enorme consumo de energía de Estados Unidos requiere grandes importaciones de petróleo y gas natural, destinadas a complementar la considerable producción interna de carbón, petróleo, gas natural y energía hidroeléctrica y nuclear. La producción energética de México se incrementó considerablemente en la década de 1970 y a principios de la década de 1980, favorecida por el aumento en la demanda interna y externa de petróleo y gas natural.

          6.  Transporte

La red de transportes de Norteamérica está muy desarrollada en la mayor parte de Estados Unidos y presenta una continuidad geográfica con la más meridional de Canadá. A comienzos de la década de 1950, se construyó en Estados Unidos un importante sistema de autopistas estatales de peaje, que completa la extensa red de carreteras de uso abierto. La red de ferrocarriles está bien establecida y es de gran importancia para muchos tipos de transporte de mercancías, aunque relativamente insignificante en cuanto al transporte de pasajeros. El tráfico aéreo creció considerablemente después de 1945, por lo que se creó una red de rutas aéreas en expansión. Las vías fluviales interiores, especialmente el sistema de San Lorenzo-Grandes Lagos y el sistema de Mississippi-Missouri, constituyen importantes canales para el transporte de mercancías. Las comunicaciones terrestres al centro y al norte de Canadá y Alaska están restringidas, por lo que dependen en extremo del servicio aéreo. Los sistemas de transporte marítimo de mercancías de México lo lleva a cabo la compañía de Petróleos Mexicanos (PEMEX). Este país cuenta, además, con importantes carreteras y ferrocarriles. Los tres países poseen grandes y modernas instalaciones para acoger a barcos transatlánticos.

         

 

7.  Comercio

Estados Unidos es, con diferencia, el país con el que más comercian Canadá y México, que a su vez son significativos (pero no dominantes) socios comerciales de Estados Unidos. El Tratado de Libre Comercio Norteamericano (TLC o, en sus siglas en inglés, NAFTA), que entró en vigor el 1 de enero de 1994, perfiló la eliminación de las barreras comerciales entre los tres países durante los quince años siguientes. En 1993, los países del TLC tenían una población conjunta que superaba los 360 millones de habitantes y un producto interior bruto de casi 7 billones de dólares. El TLC forma una de las dos áreas comerciales más importantes del mundo. La organización espera añadir nuevos países miembros de la región. Véase Comercio internacional.

Las principales exportaciones estadounidenses son la maquinaria, los vehículos a motor, los alimentos, los productos químicos y los aeronáuticos. Canadá exporta sobre todo vehículos a motor, maquinaria, metales y menas metálicas, productos forestales, químicos y comestibles. Las exportaciones de México se centran en el crudo petrolífero, el café y el mineral de hierro. En 1991, el valor de las exportaciones anuales de Canadá superó el de sus importaciones, al contrario que en Estados Unidos y México. Estados Unidos se encuentra entre los principales países comerciales del mundo, considerando el valor total de sus importaciones y exportaciones.

5.  HISTORIA

Puente de tierra de Siberia                                                                

 

                                                                                                                                           

 

En ciertos periodos de la era del pleistoceno, las temperaturas descendieron lo suficiente como para helar gran parte del agua del planeta. El nivel del agua bajó hasta 90 m y el poco profundo estrecho de Bering entre Alaska y Siberia se convirtió en un puente de tierra natural por el que pasaron animales en busca de pastos y los hombres que los acechaban. La mayoría de los antropólogos creen que los pueblos indígenas americanos descienden de pueblos asiáticos que se trasladaron a este continente por medio de este puente de tierra.

De acuerdo con las evidencias arqueológicas, la ocupación humana de Norteamérica comenzó durante el pleistoceno, en el periodo cuaternario, hace unos 50.000 años. Probablemente, pueblos mongoloides alcanzaron el subcontinente desde Asia al cruzar una lengua de tierra que atravesaba la zona que actualmente ocupa el estrecho de Bering. Probablemente a partir de este momento la colonización se extendió hacia el sur y el este.

Punta Clovis                                                                                                                      

 

                                                                                                                                           

Esta fotografía da muestra del tamaño de una de las llamadas puntas Clovis, con una antigüedad que se remonta incluso al 11500 a.C. El yacimiento en el que se han hallado restos como el de la imagen se encuentra cerca del lugar que ha dado nombre a esa cultura paleolítica: Clovis, en el este de lo que hoy en día es Nuevo México, en Estados Unidos. Esta punta es uno de los elementos más característicos de la cultura Clovis y se trata de un proyectil de sílex empleado para la caza de grandes animales. Dicha manifestación cultural se extendió por casi toda Norteamérica, especialmente sobre la zona central y suroccidental, pero es probable que también alcanzara Centroamérica.

Los primeros habitantes eran pueblos del paleolítico que vivían de la caza y la recolección y utilizaban herramientas no muy diferentes de las conocidas en el Sureste asiático. Más tarde fueron desplazados por otros grupos que poseían herramientas más evolucionadas. Se cree que estos pueblos son los primeros antepasados de los pueblos amerindios, que desarrollaron complejas culturas y habitaron el continente en la época en que llegaron por primera vez los europeos.

Groenlandia, geológicamente parte de Norteamérica, fue la primera región del continente en ser alcanzada por los europeos. De acuerdo con las sagas islandesas, Erik el Rojo exploró y colonizó la isla por primera vez. El primer europeo que divisó una parte de la tierra firme continental fue probablemente Bjarni Herjólfsson, un comerciante islandés que avistó la costa alrededor del año 986. Después, Leif Ericson, el hijo de Erik el Rojo, realizó un viaje a una tierra que llamó Vinland o Tierra del Vino, algún lugar situado entre Labrador y Nueva Inglaterra. Este relato fue verificado en parte gracias al descubrimiento, en 1963, del emplazamiento de un poblado de tipo vikingo en L'Anse aux Meadows (actual parque nacional histórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1978), cerca de la punta meridional de Terranova. Se determinó que las ruinas databan del año 1000 aproximadamente.

1.  La era de las exploraciones

 

Primeros exploradores europeos    

 

                                                                                                                                           

 

Después de que Cristóbal Colón regresara a España de su expedición a San Salvador, Cuba y La Española (1492-1493), otros exploradores comenzaron a realizar viajes a Norteamérica. En 1497 Giovanni Caboto exploró las costas del Labrador, Terranova y posiblemente Nueva Inglaterra. Juan Ponce de León exploró Florida y parte de la península del Yucatán a partir de 1500. En 1519 Hernán Cortés ocupó la capital azteca y tardó tres años en la conquista del imperio.

Las exploraciones europeas a Norteamérica comenzaron con el viaje realizado en 1492 por Cristóbal Colón al servicio de los Reyes Católicos. Sus barcos partieron el 3 de agosto de Palos de la Frontera y de Moguer, en la provincia española de Huelva, y el 12 de octubre llegaron a la isla de Guanahaní (en el archipiélago de las Bahamas), a la que Colón dio el nombre de San Salvador. Antes de regresar a Europa, Colón también desembarcó en Cuba y en Haití (a la que llamó La Española). Fue en Haití donde estableció el primer asentamiento español en América. Realizó tres viajes más entre 1493 y 1502.

En 1497, un navegante italiano al servicio de Inglaterra, Giovanni Caboto, desembarcó en la isla de cabo Bretón; en 1498, recorrió las costas de Labrador, Terranova y Nueva Inglaterra, y posiblemente alcanzó la bahía de Delaware. El navegante portugués Gaspar Corte-Real realizó un viaje en 1500 a la costa norteamericana entre Labrador y el sureste de Terranova. En 1513, Juan Ponce de León, gobernador español de Puerto Rico, desembarcó en Florida. Cuatro años más tarde el soldado español Francisco Fernández de Córdoba exploró el Yucatán y, en 1518, Juan de Grijalva, sobrino del soldado español Diego Velázquez de Cuéllar, descubrió la costa oriental de México, a la que llamó Nueva España. Al año siguiente, el conquistador español Hernán Cortés llegó a México y conquistó la región durante los dos años posteriores.

          2.  Conquistas españolas

El éxito de la conquista española de la zona meridional del subcontinente se debió, en gran parte, a las luchas que enfrentaban a los distintos pueblos indígenas de la región. El desorden interno había sido especialmente grave en el imperio azteca, civilización que cayó ante Cortés en 1521. En cierto modo, la cultura de los aztecas o mexicas, numérica y políticamente el pueblo más poderoso de Norteamérica, trascendió a la de los invasores. Sin embargo, los aztecas eran odiados por gran parte de sus tribus vasallas, entre ellas los tlaxcaltecas, que se convirtieron en aliados de Cortés. Debido a esta circunstancia y a la superioridad de sus armas, la victoria española estaba asegurada. Los mayas, otro gran pueblo indígena que poblaba principalmente la península del Yucatán, no fueron capaces de ofrecer una resistencia efectiva a los españoles. Aunque un elevado número de indígenas de México y Centroamérica fue exterminado durante el periodo de conquista y dominio español, o se mezclaron con los conquistadores, los mayas y otros pueblos sobrevivieron. Los descendientes de este mestizaje constituyen la mayoría de la población actual de estas áreas.

Cortés llegó a la región que hoy se conoce como Baja California en 1536. Las más importantes expediciones durante la primera parte del siglo XVI fueron las de Pánfilo de Narváez y Alvar Núñez Cabeza de Vaca, que exploraron parte de Florida, las costas septentrional y oriental del golfo de México, y parte del norte de México entre 1528 y 1536); Hernando de Soto, que alcanzó y cruzó el río Mississippi en 1541; y Francisco Vázquez de Coronado, que de 1540 a 1542 exploró extensas áreas de la parte suroeste de lo que en la actualidad es Estados Unidos. El asentamiento permanente europeo más antiguo en Estados Unidos es San Agustín, en Florida. Fue fundado en 1565 por el español Pedro Menéndez de Avilés.

Antes de 1600, los españoles habían dominado a los pueblos amerindios de las islas más grandes de las Antillas, de la península de Florida y del sur de México. Por motivos administrativos, las colonias creadas por los españoles en el área de México se agruparon en el virreinato de Nueva España. Después de consolidar su control sobre Nueva España, las autoridades españolas avanzaron paulatinamente hacia el norte, completaron la conquista de México y ocuparon grandes zonas del sur de lo que es Estados Unidos. La audiencia de Guadalajara comprendía los estados del norte de México y los actuales de Texas y Nuevo México, en Estados Unidos.

 

 

3.  La colonización francesa y española

 

                                                                                                                                           

 

  

Henri de Tonty

En el siglo XVII, el explorador francés René Robert Cavelier, señor de La Salle, reclamó para Francia una extensa región de tierra del Nuevo Mundo que incluía el actual estado de Arkansas. Su amigo y compañero, el explorador italiano Henri de Tonty, estableció un puesto comercial en el río Arkansas en 1686, que más tarde se convertiría en Arkansas Post, el primer asentamiento francés permanente de la región.

Mientras España consolidaba su posición en la Norteamérica meridional, Francia y Gran Bretaña exploraron y colonizaron el continente desde Canadá hacia el sur. En general, Inglaterra y España se habían aliado en política internacional durante la primera mitad del siglo XVI, motivo por el que los ingleses no intentaron competir con España en Norteamérica. Francia, el principal rival de España por la hegemonía del continente europeo, entró en la carrera por el imperio colonial con algún retraso; no obstante, sus adquisiciones territoriales en el Nuevo Mundo fueron importantes. En 1524, el navegante florentino Giovanni da Verrazano, al servicio de Francia, recorrió la costa norteamericana desde el cabo Fear, en el norte, hasta el punto que normalmente se identifica como cabo Bretón. En el curso de este viaje exploró las ensenadas que hoy se llaman bahías Narragansett y Nueva York. El francés Jacques Cartier realizó tres viajes entre 1534 y 1542 y exploró la costa que comprendía el golfo de San Lorenzo, el río de San Lorenzo y un asentamiento de pueblos indígenas que más tarde se convirtió en el emplazamiento de Montreal. Francia reivindicó la parte septentrional de Norteamérica a partir de estas expediciones. Debido a la crisis provocada en Francia por la Reforma protestante, los franceses se vieron obligados a suspender la actividad colonial durante más de medio siglo. Desde 1599, no obstante, establecieron puestos de comercio de pieles a lo largo del río San Lorenzo. Posteriormente, numerosos sacerdotes jesuitas franceses llegaron a estas regiones. Entre los más destacados de estos exploradores se encuentran Samuel de Champlain, que fundó Quebec en 1608 y exploró lo que en la actualidad es Nueva York; el misionero jesuita Jacques Marquette y el explorador Louis Jolliet, quienes en 1673 recorrieron juntos la parte superior del río Mississippi y descendieron hacia el sur hasta la región que hoy día ocupa Arkansas. En 1682, uno de los más destacados pioneros de Norteamérica, Robert Cavalier, señor de La Salle, y su socio, el italiano Henri de Tonty, recorrieron el Mississippi desde su unión con el río Ohio hasta el golfo de México, y reclamaron todos los territorios bañados por el río para Luís XIV, rey de Francia; en su honor llamaron a estas tierras Luisiana.

La Corona inglesa reclamó sus derechos sobre Norteamérica basándose en el viaje de Giovanni Caboto entre 1497 y 1498, pero durante casi un siglo no hizo ningún intento de colonización. La primera colonia británica de Norteamérica fue fundada en 1583, cerca de la actual ciudad de Saint John's (en Terranova), por el navegante y soldado inglés Humphrey Gilbert, pero los colonizadores regresaron a Inglaterra ese mismo año. En dos ocasiones, 1585 y 1587, Walter Raleigh intentó establecer una colonia en la isla Roanoke, en la actual Carolina del Norte, pero cuando los exploradores británicos visitaron Roanoke en 1590 no encontraron rastro de los colonos. La primera colonia británica permanente de Norteamérica fue Jamestown, levantada en Virginia en 1607. La colonia de Plymouth fue creada en 1620, en las orillas de la bahía del cabo Cod, y la colonia de la bahía de Massachusetts se estableció entre los años 1628 y 1630, a orillas de la bahía de Massachusetts. Después de 1630, los ingleses colonizaron sistemáticamente todo el litoral atlántico entre Acadia, una colonia francesa, y Florida. En 1664, se anexionaron la colonia holandesa de Nueva Holanda (fundada en 1624), que rebautizaron como Nueva York, y los asentamientos junto al río Delaware que los holandeses habían arrebatado a los colonos suecos en 1655. La población y riqueza de las colonias inglesas crecieron rápidamente. Para más información, véase Estados Unidos de América: Historia.

A comienzos de la década de 1690, la mayor parte del subcontinente norteamericano, desde Canadá hasta el golfo de México, estaba ocupada por Francia y Gran Bretaña. Las colonias francesas estaban muy dispersas. Los principales asentamientos se agruparon en Canadá y cerca de la desembocadura del río Mississippi; una línea de puestos comerciales y militares, situada a lo largo de los cursos fluviales del Ohio y el Mississippi, conectaba ambas regiones. Las posesiones inglesas consistían en doce colonias que se extendían por el litoral atlántico. La decimotercera, Georgia, fue incorporada en 1733.

          4.  Guerra y revolución

Como consecuencia de sus intentos de expansión hacia el oeste, más allá de los montes Allegheny, los ingleses entraron finalmente en conflicto con los franceses en el valle de Ohio. En 1689, las dos potencias comenzaron una lucha por la supremacía militar y colonial. En Norteamérica, el conflicto se desarrolló en cuatro fases sucesivas: la guerra del Rey Guillermo, de 1689 a 1697; la guerra de la Reina Ana, de 1702 a 1713; la guerra del Rey Jorge, de 1744 a 1748 y la Guerra Francesa e India, de 1754 a 1763. Los reveses sufridos durante esta última y su extensión europea, la guerra de los Siete Años (1756-1763), obligaron a los franceses a capitular. Según los Tratados de París de 1763, Francia fue obligada a ceder a Gran Bretaña todas sus posesiones en Canadá y también la parte de Luisiana al este del Mississippi. Francia había cedido previamente a España (su aliado) Nueva Orleans y todo el territorio francés al oeste del Mississippi.

El hecho más destacado sucedido entre 1763 y 1783 en el subcontinente fue el conflicto económico, político y militar entre Gran Bretaña y sus trece colonias situadas en el litoral atlántico, al sur del Canadá. Conocido como la guerra de la Independencia estadounidense (1776-1783), este conflicto provocó el nacimiento de Estados Unidos de América. El éxito independentista de los territorios que habían estado bajo su jurisdicción tuvo muy pronto repercusiones en las colonias españolas de América. Inspiradas por su victoria y también por el resultado de la Revolución Francesa (1789-1799), aprovecharon que España se vio involucrada en las Guerras Napoleónicas (1799-1815) y, en 1810, comenzaron su lucha por la independencia (véase Emancipación de América Latina). México se rebeló contra España ese mismo año, pero la consecución de su independencia no tuvo lugar hasta 1821, cuando el representante de la Corona española, el virrey Juan O'Donojú, reconoció la independencia de México. Véase México: Historia. A finales del siglo XIX y principios del XX, Canadá también obtuvo un grado total de autonomía de Gran Bretaña. Véase Canadá: Historia.

      

5.  La expansión de Estados Unidos

 

                                                                                                                                      

 

Masacre de Wounded Knee

Esta fotografía documenta los estragos causados en diciembre de 1890 en Wounded Knee, cuando el Ejército estadounidense disparó y masacró a decenas de indios siux, entre los que se encontraban mujeres, niños y hombres desarmados.

Otros acontecimientos marcaron la historia de Norteamérica en los siglos XIX y XX y ocasionaron que la importancia de Estados Unidos se incrementara como resultado del crecimiento sin precedentes de la población y la explotación de la riqueza de sus suelos, el correspondiente aumento de su territorio, la resolución de muchos problemas económicos y políticos internos (en particular aquellos relacionados con la esclavitud y la unidad nacional) y su aparición a finales del siglo XIX como potencia mundial.

La expansión territorial de Estados Unidos estuvo marcada por una despiadada guerra contra los pueblos indígenas, que se resistieron a la invasión de sus tierras.

Entre 1832, cuando el jefe sac Halcón Negro inició una guerra en defensa de las tierras situadas al este del río Mississippi, y 1877, cuando la tribu Nez percé de Oregón fue derrotada, los pueblos amerindios de las Grandes Llanuras, al suroeste, y de las montañas Rocosas lucharon contra casi todos los movimientos migratorios de colonos europeos hacia el Oeste. Gran parte de la oposición armada a la autoridad de Estados Unidos se originó entre los siux y llegó a su punto álgido en la batalla de Little Bighorn (25 de junio de 1876), que tuvo lugar en la región que hoy día ocupa Montana. En esta batalla una gran fuerza de siux y cheyene del norte, bajo el mando de los jefes Caballo Loco, Toro Sentado y Gall, aniquilaron un destacamento del VII Regimiento de Caballería de Estados Unidos dirigido por el teniente coronel George Armstrong Custer. A partir de 1880, algunos indígenas, como Jerónimo y los apaches, continuaron la lucha armada. Las Guerras Indias finalizaron con la masacre de Wounded Knee, en Dakota del Sur, el 29 de diciembre de 1890, cuando cerca de 200 hombres, mujeres y niños desarmados fueron masacrados por el VII Regimiento de Caballería de Estados Unidos. Al final, sin embargo, no sólo fueron los conflictos armados los que dominaron a estos pueblos, sino la asimilación por la fuerza y la expropiación de sus tierras por medio de los tratados y la legislación.

En Estados Unidos y Canadá la mayoría de los pueblos nativos americanos continúan viviendo en reservas. En muchas de estas áreas, que representan una fusión mal integrada de su cultura con la civilización blanca, la situación económica de los indígenas es grave.

Además de la apropiación de territorio indio durante los siglos XIX y XX, Estados Unidos se anexionó otras regiones de Norteamérica: Alaska, adquirida a Rusia en 1867 por 7 millones de dólares; Puerto Rico, ganado a España en 1898 tras la Guerra Hispano-estadounidense; la Zona del Canal de Panamá, tomada en 1903 y devuelta a Panamá en 1979; y las islas Vírgenes de Estados Unidos, compradas a Dinamarca en 1917 por 25 millones de dólares.

          

 

6.  La época del desarrollo

 

                                                                                                                                    

Firma del protocolo del TLC

El 7 de octubre de 1992, en la ciudad tejana de San Antonio (Estados Unidos), los representantes de los gobiernos mexicano, estadounidense y canadiense Julio Puche, Carla Hills y Michael Wilson (sentados, respectivamente, de izquierda a derecha) firmaron el protocolo del acuerdo que acabaría por convertirse en el Tratado de Libre Comercio Norteamericano (TLC), en presencia de los principales mandatarios de sus respectivos países: Carlos Salinas de Gortari, George Bush y Brian Mulroney (de pie, de izquierda a derecha). El TLC fue firmado definitivamente por estos últimos dos meses más tarde, y entró en vigor el 1 de enero de 1994.

Los Estados Unidos han desempeñado a lo largo de los últimos siglos un papel hegemónico en el continente, que comenzó en 1823 con la Doctrina Monroe, proclamación realizada por el presidente James Monroe por la que Estados Unidos no permitiría que las potencias europeas controlaran más territorios de los que ya poseyeran en América en aquella época. Esta doctrina condujo a una política imperialista, en especial en Centroamérica y el Caribe. El único conflicto intercontinental serio fue la llamada Guerra Mexicano-estadounidense (1846-1848) entre Estados Unidos y México, país que por el Tratado de Guadalupe Hidalgo se vio obligado a desprenderse de Texas, Nuevo México y California. Durante el siglo XX, la tendencia a las buenas relaciones entre las naciones americanas tomó forma en 1910, con el establecimiento de la Unión Panamericana. Casi todas las naciones americanas declararon la guerra o rompieron sus relaciones diplomáticas con los Imperios Centrales en la I Guerra Mundial (1914-1918) y con las potencias del Eje en la II Guerra Mundial (1939-1945).

Una de las más importantes demostraciones de la solidaridad entre las naciones del hemisferio tuvo lugar durante la Conferencia de Defensa Interamericana de 1947, que promulgó el Pacto Interamericano de Ayuda Mutua o Tratado de Río de Janeiro, firmado por Estados Unidos, México y otras diecisiete naciones de Centroamérica y Sudamérica. El tratado establece la solución pacífica de los desacuerdos entre las naciones americanas, al igual que la unión defensiva contra agresiones en la región que se extiende desde el mar de Bering hasta el polo sur. En 1948 nació la Organización de Estados Americanos (OEA) para ejecutar el Tratado de Río de Janeiro y como sistema de seguridad colectivo.

Las relaciones entre Estados Unidos y Canadá han sido particularmente amistosas y cooperantes desde la Guerra Anglo-estadounidense.

Las serias disensiones internas en México, ocurridas entre 1910 y 1920, y la nacionalización del petróleo en 1938 dificultaron las relaciones entre este país y Estados Unidos y Canadá durante la primera mitad del siglo XX. Sin embargo, más recientemente estas relaciones se han vuelto más amistosas, como evidencia la firma del Tratado de Libre Comercio Norteamericano (TLC o NAFTA) en 1992, que entró en vigor el 1 de enero de 1994.

 

 



¡Encuentra las mejores recetas
con Yahoo! Cocina!
http://mx.mujer.yahoo.com/cocina/

No hay comentarios:

Publicar un comentario