lunes, 29 de marzo de 2010

¿Es importante la virginidad?

 

Por: Querien Vangal
abril / 2007

 

 Después de mucho pensarlo, pero sopesando lo discutido en la actualidad este tema me animé a escribir algo sobre él…  Todo el mundo opina sobre la virginidad. Desde los más viejos hasta los más chicos, todos tienen su concepto y su idea sobre la virginidad. Fijarse en las telenovelas: el rápido intercambio de galanes y galanas y la facilidad con que unos van a la cama de otros, nos dejan ciertos modelos de vida que vale la pena analizar. Porque luego salen algunos medio imbéciles, diciendo que eso de la virginidad es de la época de los dinosaurios tipo "Jurassic Park" y otros, no menos imbéciles, dicen que la virginidad es únicamente importante para que no contraer ninguna enfermedad sidosa.

 

¿Qué tan importante es la virginidad? Todo depende de la idea que se tenga de la sexualidad. Por aquí deberíamos haber empezado. Porque si se es de los que piensan que la virginidad no es más que no tener relaciones sexuales antes del matrimonio... pues entonces si que es haberse quedado con las ideas de la Edad de Piedra. ¿Por qué? Porque la virginidad está muy relacionada con la sexualidad y la sexualidad no es una cuestión de piel, de sentir, de "feeling". La sexualidad es una cuestión que envuelve todo el cuerpo: la mente, la manera de pensar, las energías, el espacio que nos rodea, el tiempo. Sexualidad es... la manera en que se es hombre o la manera en que se es mujer. Porque no actuamos únicamente con el cuerpo. Actuamos con todo nuestro ser. Somos hombres y mujeres con todas las facultades de nuestro ser y no únicamente con nuestro cuerpo, con nuestros órganos sexuales.

 

Muchos piensan que la sexualidad se reduce nada más al uso de los órganos sexuales. Para estas personas la sexualidad se reduce a fenómenos físicos: lo que ves con el cuerpo, lo que se siente con el cuerpo, las reacciones que se experimentan con el cuerpo. Pero, ¿de verdad no se dan cuenta que la sexualidad no se reduce únicamente al cuerpo? Pongo un ejemplo: qué distinto piensan las chicas de los chicos después de ver una película... por ejemplo "El Señor de los Anillos". Los chicos se fijan más en la aventura, las chicas en el cariño, en el sentimiento, hasta en la ropa que llevaban los personajes. ¿Quién hace las diferencias? Es la sexualidad que invade todas las esferas de la persona.

 

Si se reduce la virginidad a no tener únicamente relaciones sexuales antes del matrimonio, entonces hay de preguntarse mejor qué se piensa de la sexualidad. ¿Qué sentido tiene llegar al matrimonio con un cuerpo digamos limpio cuando por la mente, por los ojos y por todos los sentidos se han fomentado emociones, pensamientos y deseos que van más allá de las relaciones sexuales?

 

La pura realidad: la virginidad no es únicamente no tener relaciones sexuales antes del matrimonio. LA VIRGINIDAD ES... un estilo de vida, un modo de vida que se vive con todo lo que somos, con el cuerpo, por supuesto, pero también con las ideas, con la mente, con los pensamientos, con los recuerdos y con las energías puestas en el futuro. Un estilo de vivir la sexualidad.

 

Ahora les toca a ustedes responder, ¿qué importancia le dan a la sexualidad? Toda, ¿no es verdad? ¿Cómo quieren vivir esa sexualidad? ¿Reduciéndola simplemente al nivel de los impulsos, de los sentimientos, de las pasiones? ¿O elevándose un poco más del nivel de los animales?

 

UNA VERDADERA SEXUALIDAD, requiere muchos kilos de fuerza de voluntad para no dejarse llevar simplemente de lo que sentimos. Eso se lo pueden dejar a los animales, a las bestias (aunque hay cada cuate que bien podría caer en la categoría de "bestia humana") que no tienen la capacidad de superar sus instintos, sus pasiones.

 

Todos podemos encauzar la sexualidad para algo más que unos sentimientos. Se debe encauzar para ser más hombre y más mujer en una forma completa, integral, esto es con todo el cuerpo, con toda la mente y con todo el ser de persona. Entonces la virginidad se convertirá en algo importante, porque será la manifestación externa de algo que se vive en nuestro interior: usar las facultades sexuales de acuerdo a la razón, no de acuerdo a la moda, a los sentimientos o a los que otros piensan o viven.

 



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