Y muy triste, por ciero, para nuestro amado México
Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel Marzo / 2007 Plutarco Elías Calles (El Jefe Máximo) Forjador de la Trinca Infernal (PNR-PRM-PRI), que a su vez es madrina del PRD. (En 1934 sus otrora lambiscones, entronizados en el poder, lo traicionaron mandándolo al exilio) Después de una larga guerra de 11 años, 11 meses, 11 días, se logró la consumación de la Independencia el 27 de septiembre de 1821, significada en el proyecto promisorio del "Plan de las Tres Garantías", firmado por los libertadores Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero. Pero, muy poco tiempo después, la perversa intriga del embajador norteamericano Joel R. Poinsett dividió entre sí a los mexicanos; se cometió el parricidio del libertador y durante los primeros 56 años de vida independiente se ensayaron doce diferentes modelos políticos, se sufrieron invasiones de ejércitos extranjeros, se perdió más de la mitad del territorio nacional, se perdieron muchas vidas y muchos recursos fueron desperdiciados. Bien se podría enmarcar este anárquico período, del fusilamiento de Iturbide en 1824, al fusilamiento de Maximiliano de Habsburgo en 1867. Mas, de pronto, llegó un "caudillo" militar en 1877, Porfirio Díaz (talentoso general que derrotó a los invasores franceses y estableció un "sistema dictatorial" llamado por algunos "paz porfiriana", por otros "porfiriato"), que conservó las formalidades electorales democráticas, y sustituyó el ejercicio de la política con la "administración", ejercida por los "científicos", auténticos precursores de los "tecnócratas". Su dominio dictatorial duró 33 años, cuando, ya cansado, se autoexilió en Francia, donde murió. Se celebraron elecciones en las que triunfó claramente Francisco I. Madero, pero nuevamente las intrigas facciosas urdidas por el embajador norteamericano Henry Lane Wilson, provocaron el surgimiento de una "sucesión de guerras civiles" -conocidas como "Revolución Mexicana"- que costaron un millón de muertos, en un lapso de 15 años que bien pueden enmarcarse del asesinato de Francisco I. Madero en 1913, al de Alvaro Obregón en 1928. El pasado día 4 de marzo fue conmemorado el LXXVIII aniversario de la fundación del Partido Nacional Revolucionario (PNR) impulsado por Plutarco Elías Calles en 1929, bajo la inspiración del embajador norteamericano en México, Dwight Morrow. Con este hecho se terminó la fase violenta de la "Revolución Mexicana" y nació lo que fue llamado por unos: "sistema político mexicano", por otros: "priato", y por el que esto escribe: "Trinca Infernal". Dicho partido cambió de nombre y de "enfoque" el 18 de noviembre de 1937, cuando pasó a llamarse "Partido de la Revolución Mexicana" (PRM) por conveniencia de Lázaro Cárdenas del Río y, posteriormente cuando a Miguel Alemán Valdés le pareció necesario, el 18 de enero de 1946, también lo cambió por el contradictorio nombre de "Partido Revolucionario Institucional" (PRI), haciéndolo más pragmático que ideologizado, hasta que llegó Luís Echeverría Álvarez --llamado por Luís Suárez "el huracán del sistema"-- y, en 1972, volvió a ideologizarlo con el desastroso "nacionalismo revolucionario", a semejanza de la opción de Salvador Allende Gossens. Finalmente, hubo otras opciones ideologizadas variables: con José López Portillo, la "democracia social"; durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, cuando pretendió cambiarle el nombre al partido, sin poder lograrlo, adoptó el llamado "liberalismo social", (que según Jesús Reyes Heroles Sr., es "sinónimo" del "socialismo liberal"); con Francisco Labastida Ochoa, "la tercera vía" y, con Roberto Madrazo Pintado, "el centro". Este "sistema priísta" empezó a fisurarse en 1968 y se fracturó en 1988, para dejar de controlar la presidencia del país el año 2000. Este período puede enmarcarse del asesinato de Alvaro Obregón Salido en 1928, al asesinato de Luís Donaldo Colosio en 1994. Su duración efectiva fue de 72 años, pasando de los noventa y tantos por ciento de supuestos sufragios a favor aún con López Portillo, a una deslizante y gradual reducción de 22% para Madrazo en la elección de 2006. Acaba de asumir la presidencia del PRI por tercera ocasión, una mujer, Beatriz Paredes, electa en el segundo sufragio interno de su historia. La primera elección intra partidista la "ganó" Roberto Madrazo, precisamente a ella, en medio de acusaciones de "fraude y cochinero". Ya hubo en el pasado otras dos mujeres presidentas: María de Los Angeles Moreno Uriegas y Dulce María Sauri Riancho, que fueron designadas por el presidente del país a la usanza del viejo sistema. Al rendir "protesta" la señora Paredes hizo un largo discurso en el que escogió nombres y párrafos; hubo notables menciones como la de Luís Ayala, Secretario General de la Internacional Socialista, ahí presente (uno de cuyos Vicepresidentes es Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano del PRD) y notables omisiones como la de Miguel Alemán Valdés, creador del PRI -prefirió citar a Antonio Villalobos-. Anunció el nacimiento de la cuarta etapa del partido, haciendo referencia a las tres anteriores como PNR-PRM-PRI (la "Trinca Infernal"), que pudieron ser y funcionar como lo hicieron por la existencia del "viejo sistema político", que ya no existe. Habrá que observar con detalle la forma en que manejará al partido, a sus "sectores", que siempre seguían la "línea" dictada por el líder del sistema, "el Señor Presidente", que ya no existe tampoco. Paredes salpicó el texto abundantemente con expresiones como: opiniones, diálogo, interlocución, debate, discusión, controversia, pero sobre todo "disputa" que "no es una querella entre dinosaurios fundamentalistas versus modernizadores pragmáticos", ya que "esa es otra de las muchas formas de descalificar o trivializar la discusión. Es una controversia que encierra la disputa para dirimir quiénes tendrán la hegemonía en nuestro país". El tema fue muy amplio y este espacio es reducido, pero lo que sí se puede afirmar es la enorme cantidad de sillas vacías, la falta de interés por adecuar sus documentos fundamentales y la falta de acuerdo en cuanto a la geometría política en la que piensan ubicarse. "Porfiriato y priato" han pasado a la historia y estamos por ver qué resulta finalmente del otrora "partido hegemónico". |
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