martes, 24 de agosto de 2010

Evangelización o ideologización

 Por: Querien Vangal

Diciembre / 2007

  

El pasado 20 de septiembre murió en forma instantánea en un accidente carretero, entre Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal de las Casas, Andrés Michel Aubry Mea, hasta esa fecha conocido como un hombre cercano al Obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Don Samuel Ruíz García, y también asesor de la diócesis aún con Mons. Felipe Arizmendi y del Centro de Derechos Humanos "Fray Bartolomé de las Casas".

Andrés Aubry nació en Francia en la localidad de Maisong Idines, en 1927. Ingresó a la Compañía de Jesús, se hizo jesuita y estudió etnosociología en Beirut y luego sociología e historia en París. Trabajó inicialmente en Francia, Bélgica y España.  Su gran capacidad e inteligencia lo llevó a ser asesor en el Concilio Vaticano II, en el CELAM, en la UNESCO y la CONAF. En 1973 conoció en Colombia a Mons.

Samuel Ruiz. Vino a Chiapas y participó en el "I Congreso Nacional Indígena" en 1974, cuando el gobernador Velasco Suárez se lo encomendó a Don Samuel Ruiz para conmemorar el cuarto centenario del nacimiento del controvertido Fray Bartolomé de las Casas. No existe aún el registro público de la fecha en que Aubry abandonó la Compañía de Jesús y dejó el sacerdocio católico. Fundó, junto con Jan Rus, el "Instituto de Asesoría Antropológica para la Región Maya A.C." (INAMERAC). Con su compañera Angélica Inda (fallecida en 2001), dirigió el Archivo Histórico de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, durante 36 años.

Aplicó en su trabajo una escuela ecléctica y novedosa, de su propia creación, para la investigación histórico-antropológica. Tomó elementos de distintos intelectuales: de Fernand Braudel, miembro número 15 de la Academia Francesa de 1983 a 1985, reconocido director de la publicación "Les Annales", cambiando el análisis metodológico del desarrollo de la historia, incorporando la economía, la geografía, la cultura y las comunicaciones, además de aspectos técnicos y factores climáticos; de Edgar Morin, quien desde 1941 militó en el Partido Comunista Francés del que fue expulsado en 1951, habiendo ingresado entonces al Centro Nacional de Investigación Científica, compartiendo ideas con Fortini, Guiducci y Marcuse, siendo luego el cronista de la revuelta de mayo de 68 para el diario "Le Monde"; del norteamericano Immanuel Wallerstein, quien fuera el director del Centro Fernand Blaudel,  impregnado totalmente de la influencia de Karl Marx para los estudios económicos, sistemas históricos y civilización, convirtiéndose, así, en una de las "eminencias" del movimiento de los globalifóbicos, junto con Noam  Chomsky y Pierre Bourdieu, y  finalmente, del brasileño Paulo Freire, creador de un sistema de alfabetización-concientización de factura marxista. Aubry acusó a los "científicos sociales" del "despojo intelectual" de los indígenas, disimulando que él mismo, los usó como "conejillos de indias" para sostener su novedosa ideología. Promovió a los "diáconos casados" hacia el proyecto del "sacerdocio uxorado" (casado) e impulsó la llamada "iglesia autóctona", bajo las dos modalidades: "horizontalista" en Ococingo, de los dominicos, y "verticalista" en Bachajón, de los jesuitas. Atacó despiadadamente al Cardenal Sodano, Secretario de Estado  y a los  Cardenales Medina y Arinze, consecutivamente, Prefectos de la Congregación para la Disciplina de los Sacramentos y el Culto Divino, al dar por terminado el proceso de la ordenación de más diáconos, mientras no se reinicie la genuina "evangelización" y cese la desafortunada y falsa "ideologización" en la diócesis de San Cristóbal de las Casas.

En forma contemporánea y paralela a la acción de Andrés Aubry, se desarrolló, en Chiapas, la de otro jesuita, el belga Jan de Vos, originario de Ambéres, quien después de casi veinte años de actuar como "agente de pastoral" (novedoso nombre de los antiguos misioneros), dejó la Compañía de Jesús, uniéndose a una lacandona, después de algunos tormentosos amoríos irregulares, nada menos que con una de las hijas de Don Daniel Cosío Villegas. Durante el funeral de Andrés Aubry, en la capilla de San Nicolás, en San Cristóbal de las Casas, coincidieron Fray Pablo Iribarren O.P., el sacerdote francés Michel Chantaeu (expulsado de México en 1994 por intromisión política) y el actual Prior de los Dominicos, Fray  Gonzalo Ituarte O. P., quien fuera Vicario de Don Samuel Ruiz durante varios años. Allí se habló de la pertenencia de Aubry a "la otra iglesia" y su ataud fue cubierto con la bandera del EZLN, con lo cual se viene abajo la teoría de que "ahí nunca hubo colusión entre la jerarquía diocesana y los guerrilleros alzados en armas". La muerte trágica de Andrés Aubry saca a la luz cosas que estaban parcialmente ocultas sobre el origen de las desviaciones doctrinales y pastorales de Don Samuel Ruíz, que dejaron un trágico saldo en la vida de esa iglesia diocesana. En enero de 1960, sólo el 3% de los habitantes no estaban bautizados; hasta el año de 1986 se mantuvo dicho promedio, pero en el año 2000, al entregar la diócesis, resultó que el 33% no estaba bautizado. Ruiz clausuró el seminario, teniendo como consecuencia que, en 40 años, sólo consagró a once sacerdotes. Claro que él presume haber "formado" quince mil catequistas y haber consagrado cerca de quinientos diáconos.

Queda muy claro el sustrato del cambio de fe, por el fenómeno "intercultural e interreligioso liberador" producido en unos cuantos años, a causa de la "inseminación ideológica" que  los ex jesuitas, el francés  Andrés Aubry y  el belga Jan De Vos, aplicaron a la mente de  Mons. Samuel Ruíz, en San Cristóbal, así como dos lustros antes ya la habían ejercitado en la diócesis de Cuernavaca el austriaco-croata, Mons. Iván Illich y el  belga benedictino Gregorio Lemercier,  esta vez en la mente de Mons. Sergio Méndez Arceo.

 

 

 



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