martes, 24 de agosto de 2010

Suspirantes demócratas

 Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel

Diciembre / 2007

 

 

Además de los precandidatos presidenciales demócratas en EU ya discutidos aquí, que por su sitio en las encuestas son Hillary Clinton (38.3%), Barack Obama (19.5%), John Edwards (11.2%), Al Gore (9.3%) y Bill Richardson, hay otros con pocas probabilidades pero siempre puede haber sorpresas.

 

El ex-gobernador de Iowa, Tom Vilsack, uno de los primeros en anunciar sus aspiraciones, acaba de comunicar que salía de la carrera víctima de la escasez de dinero. Vilsack podía haberse colado en la justa como "hijo predileto" de su estado, primero en el calendario político norteamericano.

 

Uno que tiene posibilidades a futuro y que ahora ha dicho que no contenderá, es Evan Bayh, ex-gobernador y desde 1999 senador por Indiana, lo que también fue su padre. Bayh tiene una personalidad atractiva en el centro del espectro político, muy al estilo de John Kennedy.

 

El general Wesley Clark, quien hizo un papel digno en la contienda por la nominación que finalmente conquistó John Kerry en 2004, aún no anuncia su candidatura pero está continuamente bajo las candilejas como comentarista sobre la guerra en Irak, a la que se opone.

 

Dennis Kucinich, diputado por Ohio y ex alcalde de Cleveland, se ubica en la extrema izquierda, y cuenta con el apoyo de los "verdes" radicales por oponerse a matar animales, es vegetariano drástico. Su plataforma incluye el retiro inmediato de EU de Irak, del TLCAN y de la OMC.

 

El senador por Connecticut Christopher Dodd con casi 33 años como legislador, se ubica en la izquierda moderada y se ha caracterizado por su gran simpatía por México. Su apoyo por la causa del libre comercio ayudó a la aprobación del TLCAN.

 

Joe Biden, senador por Delaware desde 1973, es exactamente el opuesto de Dodd respecto a México. En noviembre pasado lo culpó de ser responsable del ingreso de drogas e inmigrantes ilegales a Estados Unidos y prometió endurecer su posición para sellar la frontera.

 

En esa ocasión llamó a México "una democracia obsoleta" con un "sistema de gobierno corrupto" que permite una gran disparidad en su distribución del ingreso. Con lógica notable, añadió que la inundación de narcóticos que sufre su país se debe a que cruzan por el "corrupto México."

 

Lo grave de estas expresiones es que Biden, con nulas posibilidades de ganar la nominación presidencial Demócrata, es, sin embargo, el Presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de su país, y ya sabemos cómo nos fue con alguien igualmente animado en esa posición, como Jesse Helms.

 

Biden intentó una candidatura presidencial en 1988, pero le cortaron las alas en esa ocasión cuando se reveló que el senador por Delaware era un vulgar plagiario de los discursos del líder laborista inglés Neil Kinnock. O sea que hasta para el "fusil" fue mediocre.

 

La variopinta fauna que suspira por la nominación presidencial demócrata en Estados Unidos promete un entretenimiento sin límite.

 



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