Enero / 2007 En Octubre del 2006, En efecto, a pesar de cualquiera de los problemas inherentes a los niveles de la inmigración y pautas impropias de desarrollo, el crecimiento demográfico general de EE.UU. es una bendición, no un problema. Con esto se trata de demostrar lo errado que están los que sostienen el antiguo mito de la "sobrepoblación". Los estudios actuales en demografía dan cuenta de una realidad muy distinta a lo que dicen los medios de comunicación. Actualmente la población de EE.UU. crece cerca de 0,9% al año. La densidad de su población es de 30 personas por kilómetro cuadrado mientras que la densidad de la población mundial es de 43 (eso incluye las vastas áreas del desierto del Sahara, el interior australiano y Groenlandia donde casi nadie vive). Estados Unidos ocupa el puesto 143 en la lista de las 193 naciones de todo el mundo ordenados según la densidad de su población, y tiene una de las reservas de recursos naturales más ricas del mundo. Por lo que a pesar del rápido crecimiento demográfico en algunas regiones metropolitanas y de sus suburbios, EE.UU. en general está muy distante de ser un país superpoblado. Uno de las más sonoras alarmas acerca del peligro de la expansión de población de EEUU son ahora las relacionadas al medio ambiente. Dicen algo así como: "el crecimiento demográfico está haciendo insostenible nuestro ambiente". Sin embargo son muchas las naciones con registros ambientales iguales o superiores, la mayoría en la mira de los ecologistas, y que tienen de lejos una densidad de población más grande que Algunos países prósperos, con poblaciones en sano crecimiento, tienen densidades de población que hacen parecer despoblados a los Países Bajos. Y sus economías gozan de prosperidad a pesar que deben importar la mayor parte de sus recursos a diferencia de los EE.UU. Singapur tiene una densidad de 6,400 personas por Km. cuadrado, Hong-Kong casi por allí, y Taiwán, un mero 636. Corea del Sur tiene 491 y Mónaco tiene 16,620. En una nota de prensa típica del Boston Globe tan aficionado a las "alarmas" demográficas, señaló el 31 de agosto, "Los Estados Unidos, a punto de llegar a los 300 millones de habitantes, es el único país industrializado que ha experimentado crecimiento demográfico fuerte en la última década, creando tal preocupación que el estampido y el inmenso apetito de los americanos por el alimento, el agua, y la tierra mermarán bruscamente los recursos naturales de la nación en años venideros, según un informe revelado ayer. . . . Mientras algunos investigadores se enfocan sólo en las tasas de fecundidad alarmantes de países pobres, que crecieron en 16,3% de Lo que el Boston Globe no dice es que ésas otras naciones industrializadas se están suicidando. Con tasas de natalidad que promedian alrededor de 1,5 niños por mujer (muy por debajo de la tasa de reemplazo de 2,1) las naciones europeas Occidentales se encuentran en el ocaso. A pesar de tasas altas de la inmigración y una relativa tasa de natalidad todavía sana de 2,0, los EE.UU enfrentan la insolvencia de los planes de Seguridad Social y Médica debido al fracaso de las personas nacidas durante el baby boom de tener suficientes niños. Los países europeos, ambos Occidental y Oriental, y Japón enfrentan el mismo problema. EE.UU. también corre el riesgo de llegar a ser un país económicamente inviable sin un suficiente número de jóvenes para trabajar y con el problema de una población más vieja en las décadas que vienen. ¿Podrá la infraestructura EE.UU. mantener 300 millones de habitantes y sus subsiguientes incrementos indefinidamente? Ésta es una buena pregunta porque veremos que 300 millones no son suficientes. Thomas Malthus y muchos otros se hicieron la misma pregunta para sus propias naciones en distintos momentos de la historia. Quienes con Malthus tuvieron un pronóstico pesimista sobre las posibilidades de la creatividad y empresa humanas se equivocaron rotundamente. Felizmente hubo otros que fueron más optimistas y acertados. Se nos antoja citar a Julián Simon quien con ánimo desenfadado siempre pregonó que el recurso prioritario y fundamental fue el ser humano. La respuesta a la pregunta de la solvencia de una nación requiere, además de una fe en el ser humano, de una serie de variables: estructura de edades, tasas de natalidad, envejecimiento poblacional. Hoy, después de décadas de creer ciegamente en la anticoncepción y de ejecutar programas masivos públicos y privados, insistir en esas recetas haría que las cifras no pinten muy bien para el futuro de los norteamericanos. Para la actual estructura demográfica y económica, la población de EE.UU es muy pequeña. La generación del baby boom y las siguientes generaciones han tenido muy pocos hijos, provocando que en el futuro no haya suficientes de trabajadores para mantener a los numerosos jubilados que se tendrán en las próximas décadas. Esto exigirá reformas de los sistemas del Seguro Social, Medicare y Medicaid para ajustar a las reglas del libre mercado tal como lo sugiere el experto Peter Ferrara. Sin éstas se seguirán promulgando desastrosas políticas públicas dirigidas a bajar la natalidad y estaremos en un círculo vicioso: a menor solvencia, menos nacimientos y menos nacimientos producirán menos solvencia. Muchos expertos han salido con diferentes datos estadísticos pero nadie discute la gran tendencia negativa en la relación entre trabajadores y jubilados y el gran impacto que está por venir. De acuerdo al Comité de Presupuesto del Congreso, la relación entre trabajadores y jubilados era de "Dado que la generación del baby boom todavía no ha pasado al retiro necesariamente y mientras la relación de jubilados en comparación a los trabajadores todavía es baja, estamos en medio de un periodo de tranquilidad demográfica", dijo al Congreso el ex Jefe de las Reserva federales, Alan Greenspan, hace algo de 4 años. "Cortos de una adecuada aceleración de la productividad mucho más allá del nivel promedio de los 7 años anteriores o de un mayor crecimiento de la inmigración, el actual envejecimiento de la población terminará con la relativa tranquilidad en el presupuesto en alrededor de una década". Sólo quedan 6 años!!!! El problema en EE.UU. con una población de 300 millones de personas es que no son suficientes... para mantener la solvencia económica de la nación. La tasa de natalidad de EE.UU. es de sólo 2.0 hijos por mujer, apenas por encima del nivel de reemplazo. El boom de niños que produjo la generación que ganó El Seguro Social enfrenta un déficit de 11 billones de dólares a largo plazo. Medicare enfrenta uno de 68 billones. Felizmente, hay soluciones. La mejor es que la gente tenga muchos hijos. Eso no sólo salvará al seguro Social y a Medicare, sino que salvará a la economía en general de una escasez de trabajadores. Esto también reducirá la necesidad de altos niveles de inmigración con sus consecuentes problemas. Desafortunadamente, no parece estar por venir un incremento dramático de las tasas de natalidad en EE.UU. De modo que para salvar a los programas sociales tan preciados, es muy probable que las élites de Washington efectúen una estrategia diferente, una tendiente a deprimir las tasas de natalidad aún más hasta adoptar el estilo europeo de una espiral de muerte (la mayoría de naciones europeas tienen muy bajas tasas de natalidad que han predestinado a la ruina a sus sociedades). Desde el término de Algunos, aún los más conservadores en Washington, quieren establecer un compromiso que resulte en un impacto sobre los fondos públicos que involucre "sólo" el 30% del Producto bruto interno. Ese "sólo" se traduciría en un aumento de 50% en los impuestos. "Esta desastrosa tendencia de crear un Gobierno elefantiásico no sólo puede ser detenida sino que actualmente puede revertirse a través de reformas que contarían con un gran respaldo popular, si son estructuradas y explicadas correctamente" escribió Ferrara el 6 de Septiembre en Issue Brief del Instituto para Ferrara propone soluciones de sentido común para salvar los programas públicos sin aumentar los impuestos (1). Estas propuestas también darían a las familias norteamericanas más control sobre una mayor parte de su dinero: Cuentas Personales para Seguridad Social: Este dinero podría ser invertido en la bolsa de valores y ganar un sólido retorno en vez de estar depositado en una cuenta de gobierno ganando un mínimo interés. Los hijos podrían heredar todo monto sobrante en vez de que el gobierno se los quede para sí mismo. Cuentas Personales para Medicare y Medicaid: Nuevamente la idea es que las inversiones en bolsa pueden multiplicar el dinero de los impuestos de los norteamericanos más rápido que lo que el gobierno puede hacerlo. Adicionalmente, los individuos podrían tener incentivos por mantener bajos sus costos de cuidado de salud bajos ya que conservan fondos sin usar para ellos mismos. Por ahora con fondos comunes nadie siente la urgencia de ahorrar. Por otro lado son burócratas quienes deciden qué cuidado de salud recibirás. Estas simples medidas traerán un uso más racional de los fondos ahora que las tasas de costos vienen subiendo. Reforma de los Impuestos en Pro del Crecimiento: Reemplazando el ineficiente código de impuestos con una tasa plana o impuesto nacional sobre las ventas se incrementaría el crecimiento de la economía enormemente. No obstante tendría que tenerse cuidado de evitar impuestos excesivos sobre las familias numerosas actualmente beneficiadas por el crédito fiscal asignado a los que tienen niños. El problema de población de EE.UU. necesita urgentemente de soluciones. Un supuesto fundamental es que ésta se incremente más rápido de ahora en adelante. Esperamos que así suceda y que las políticas públicas no le den la espalda a los datos demográficos interponiéndose en el camino.
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