Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel
Febrero / 2007
El 16 de enero, en el Salvador, "el Presidente Felipe Calderón anunció que promoverá la creación de una agenda Mesoamericana "que nos vincule más estrechamente con toda América Central". (fuente: Milenio) Planteó cuatro puntos: "1) Cooperación para impulsar el desarrollo humano, 2) Un programa de integración energética mesoamericana que conlleve el relanzamiento del Plan Puebla-Panamá (PPP), 3) Colaboración en el tema migratorio y formación de un frente común contra la delincuencia y 4) El tráfico ilícito de armas y de drogas." (fuente: La Jornada)
El Presidente Calderón comienza a delinear lo que parece será su agenda internacional y que habrá que analizar con mayor detenimiento. En relación a la agenda Mesoamericana, su propuesta no es nueva, ya el Presidente Fox en el contexto del Plan Puebla Panamá hablaba de una agenda Mesoamericana, sin embargo aporta tres puntos que le dan otra dimensión.
El primer punto de esta agenda lo describió como cooperación para impulsar el desarrollo humano. Este asunto tiene una gran relevancia y al menos por su descripción nos parece un gran tino el hacer énfasis en el desarrollo humano. A diferencia de la propuesta foxista en la que fundamentalmente se hacía énfasis en el intercambio comercial, el Presidente Calderón habla de un desarrollo humano. ¿Qué implicará esto?, sin duda, un gran reto pero con extraordinarias oportunidades.
No podemos olvidar lo que es para nuestra historia esta región, cuna de grandes civilizaciones como la Olmeca y la Maya, entre otras. Además es una región muy rica en recursos naturales, grandes zonas arqueológicas, además de tener acceso a dos mares. Fue y sigue siendo una zona con grandes potencialidades.
Desafortunadamente esas oportunidades no se han podido aprovechar por diversos factores, entre ellos la lucha por el poder y el control, por eso hoy hay grandes desigualdades, sobre todo hacia el sur hay mucha pobreza y pocas oportunidades de desarrollo humano. Sin duda el gran reto de esta agenda será el desarrollo humano, sobre todo pensando en el sur, justamente en donde se encuentran las fronteras entre los países que forman parte de Centroamérica. En este sentido los gobiernos que integran este bastión deben enfocar sus esfuerzos a encontrar las áreas de oportunidad que permitan dar acceso principalmente al empleo digno a todas aquellas personas que no tiene acceso a él.
El segundo punto de la agenda del Presidente Calderón es un programa de integración energética que llevará al relanzamiento del Plan Puebla Panamá (PPP), que tiene como enfoque principal la competitividad de la región. En este sentido, cabe resaltar que la competencia internacional es cada vez más intensa, la entrada de China a la OMC y su elevada capacidad de producción, han cambiado la dinámica comercial de todo el planeta.
La región Mesoamericana es rica en recursos naturales y como consecuencia en recursos energéticos, que a su vez son un elemento clave para la competitividad. Sin embargo, el hecho de que existan estos recursos energéticos no es suficiente, ya que hay que saber explotarlos responsablemente y de forma eficiente. Una vez mas el tema del desarrollo humano y la capacitación son claves para poder contar con las manos que hagan el trabajo.
La infraestructura es un factor fundamental y por eso es que parte central del PPP es el desarrollo de carreteras y puertos que den acceso al intercambio.
Los últimos dos puntos de la agenda del Presidente Calderón resultan de una realidad a la que no se le había puesto suficiente atención en los sexenios anteriores. Parecía que el problema migratorio era solo de los norteamericanos, pero no olvidemos que hay miles de indocumentados centroamericanos que transitan por nuestro país rumbo a EE.UU. y que --en no pocas ocasiones-- se quedan en nuestro país. Por eso el problema migratorio abarca toda la zona.
En la medida en que la región en su conjunto --y todos los países que la forman-- crezcan y brinden más oportunidades habrá menos problemas migratorios, esta es la forma correcta de abordar el tema, ya que en la medida en que haya más desarrollo y oportunidades habrá menos migración. A veces no nos damos cuenta que en México también vivimos la problemática de la migración, en el 2006 se detuvieron alrededor de 300 mil indocumentados: siendo el 75% guatemaltecos y hondureños.
Estrechamente ligado al punto de la migración está el cuarto punto de la agenda de Calderón, el tráfico ilícito de drogas y armas. Un problema de nuestro tiempo al que le debemos dar una solución apropiada. Aquí el reto es mayúsculo y al final se juntan todos los elementos: el desarrollo humano, la generación de oportunidades, mayor competitividad, la seguridad y el orden.
Es sabido que por nuestra frontera sur hay un tráfico intenso de armas, por eso una mayor coordinación de esta zona --complicada por su orografía y poco vigilada-- requiere de una mayor coordinación entre los diferentes estados; una coordinación entre sus fuerzas de seguridad y los servicios de inteligencia.
En suma, nos parecen muy importantes los puntos en que hizo énfasis el Presidente de México y significan un gran reto y sobre todo un gran esfuerzo de coordinación y seguimiento, de tal forma que no se convierta esto en un discurso más, sin duda motivador. Aplaudimos el enfoque al desarrollo humano y esperamos que este elemento central sea el que tenga mayor prioridad.
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