Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel
Enero / 2007
Recuerdo muy bien que días después de las elecciones del 2 de julio del año 2000 mucha gente estaba feliz por el triunfo del candidato del PAN, que ganó no solo con su partido sino con la alianza de múltiples grupos, líderes y personas de diversas filiaciones ideológicas, se gloriaban y felices escribían y daban las gracias a Fox. Muchas de estas personas aseguraban que el principal logro del hombre de las botas había sido sacar al PRI de los Pinos, asunto que la gran mayoría consideraba punto más que imposible.
Yo estoy convencido y soy de los que piensa que se necesitaba un candidato con ese perfil para poder lograr terminar con 70 años de "la dictadura perfecta", de un sistema anquilosado en donde solo unos cuantos eran dueños del Estado y por tanto de las decisiones que al final afectaban a millones de mexicanos. Un gobierno corrompido y corrupto que beneficiaba temporalmente y cada seis años a los que por medio de captación de grupos, compra de votos e intercambio de favores que beneficiaban al candidato en turno, designado como delfín y seguro Presidente de la República. El sistema tenía un Presidente que era dueño del Gobierno, que controlaba un Estado por medio de su partido y de sus instituciones (sindicatos y sectores). La época en la que nadie podía pensar diferente al Presidente en turno, en donde la hora era la que decía "el señor de los Pinos".
Ese sistema que parecía un monolito indestructible que tenía anquilosada a la sociedad vía dádivas, que controlaba al gremio empresarial, porque solo a través del gobierno podían sobrevivir. Ese monolito piramidal que llegaba hasta los más pobres, el voto verde, ya que a cambio de unas buenas despensas, beneficios y subsidios permanentes y mal entendidos se compraba el voto de los que menos tenían. Ese sistema que hacía acuerdos en lo oscurito con las mafias que ponían y que quitaban gobernadores a placer. La mayoría de la gente del pueblo, las llamadas despectivamente "masas", parecía que tenían metido un "chip" en la cabeza que los programaba a sólo votar por el PRI; para ellos sólo existía el PRI, así lo habían aprendido por tres generaciones.
Ese sistema que controlaba los medios de comunicación a los que les daba o quitaba de acuerdo a la forma en como "coincidían" con las decisiones del Presidente en turno, que daba y quitaba concesiones a discreción y tapaba la boca a los que se atrevían a pensar diferente, ya sea comprándolos o desapareciéndolos. Un sistema que no permitía la crítica y en donde la libre expresión solo era un concepto.
A veces después de un tiempo de acostumbrarnos a lo bueno nos volvemos ingratos y nos olvidamos de aquellos hombres y mujeres que lucharon por conseguir que en México hubiera un golpe de timón. Uno de esos hombres que sin duda es y será relevante en los anales de nuestra historia es el ex Presidente Vicente Fox, de quien mucho se puede hablar a favor y en contra, gracias precisamente, a la libertad de expresión.
El Presidente Fox entrega al Presidente Electo Calderón un país diferente al que él mismo vivió gran parte de su vida. A pesar de las enormes críticas recibidas esencialmente de parte de sus enemigos políticos, Vicente Fox es uno de los Presidentes con mayor popularidad en la historia de México. Si hubiera reelección, Fox le había ganado al candidato del PRD por una diferencia mayor a los 10 puntos perdidos en su imaginación.
Por todo lo anterior no suena extraño que los principales "perjudicados" de su actuar y su trabajo, hoy quieran que se vaya con un mal sabor de boca y no solo eso, quisieran que no apareciera nunca mas, que se le juzgara como el peor Presidente de la historia y como un traidor a la democracia. Todas esas cosas se pueden argumentar de forma poco seria y lo han hecho muchas personas del círculo rojo, así como lo hace uno de los partidos más perjudicados con su actuación, el PRI, que de ser la primera fuerza política del país pasó a ser la tercera fuerza política, con un partido dividido y sin liderazgos serios, modernos y visibles. Todo ello producto de una militancia corrupta e interesada, falta absoluta de convicciones.
México HOY es un país muy diferente, sin duda mucho más complejo de administrar, con un gobierno que aun debe mejorar mucho, pero que tiene todos los elementos para poder lograrlo. Hoy la libre expresión, junto con los mecanismos de transparencia, permitirá al Presidente Electo Calderón tener armas para poner o quitar burócratas y funcionarios públicos que no sean eficientes o que sean corruptos.
Uno de los principales logros de Vicente Fox fue sin duda la construcción de vivienda, en este sentido el INFONAVIT podría ser un "proyecto emblemático" y representativo de los cambios de fondo y logros de Fox, además de su logro de haber sacado al PRI de los Pinos.
Quienes no lo sepan el INFONAVIT fue originalmente una de las cajas chicas y coto de poder del Gobierno Federal, a través de él se controlaba al Empresario de Construcción por un lado y a grupos sociales que recibían una casa a cambio de votos –los líderes de los sindicatos, convertidos en constructores, como Fidel Velásquez, Jesús Yurén, etc., ganaron lo que quisieron con los contratos leoninos, de que eran favorecidos, para la construcción de casas--, quienes obviamente obsequiaban su apoyo total al gobierno en curso o al candidato en elección, así era que se veían beneficiados sus agremiados. Con la llegada del Presidente Fox y después de un análisis profundo y serio de los encargados de dirigir el INFONAVIT la institución se reconvirtió: de ser una gran e ineficiente constructora se convirtió en una eficiente empresa financiera que da créditos. Antes las constructoras que "mejor le caían" al gobierno eran las beneficiadas para construir, hoy las constructoras tienen que hacer sus casas al margen del gobierno y ofrecen en el mercado sus productos. Evidentemente las casas de hoy están mejor hechas y mas agradables que las que antes hacía el INFONAVIT, porque hoy el trabajador, cualquiera y en cualquier momento, solicitando un crédito en el INFONAVIT O FOBISTE sale al mercado a comprar su casa al mejor oferente. Esto es la democracia, esto es libertad para el trabajador, que antes tenía que aguantarse con "sacarse el boleto en el sorteo" o ser muy amigo del líder sindical para que le dieran la casa que había disponible, muchas veces lejos de donde quería vivir.
Otros tres rubros de capital importancia para el enfoque definitivo a la democracia, son: el efectivo funcionamiento de los tres poderes de la Unión, el respeto irrestricto a la ley y el respeto al federalismo, los tres manipulados a su antojo por su majestad el Presidente de la Republica en turno durante el régimen dictatorial priísta.
En cuanto al primer rubro, se ha logrado al fin que los poderes Legislativo y el Judicial sean verdaderamente autónomos, ya no son –como era en la era priísta-- dependencias del ejecutivo. Todavía recordamos cuando los legisladores asistían a sus respectivas cámaras a dormir y levantar el dedo de acuerdo a la línea que recibían, todos los ciudadanos les llamaban "los levanta dedos". Por otra parte, el Poder Judicial estaba sometido a la voluntad del Presidente de la República, tal parecía que era una agencia del ejecutivo.
Respecto al segundo rublo, Vicente Fox ha sido tozudo en que la ley se cumpla según está escrita. Para todos es sabido que la ley en México resulta un elegante adorno, padecemos el Síndrome de Violación de la Ley por Naturaleza (SVLN), hasta hay un eslogan popular: "En México las leyes se hacen para violarlas", esto constituye, de hecho, la mayor lacra que tenemos, se dice que ésta es la corrupción, pero es que ambas están hipervinculadas. La tozudez de Fox en este rubro obviamente que algunas veces lo llevó a cometer errores, pero esto es explicable dado que este vicio o mal hábito –como quieran llamarle-- ya formó una costra dura que cuesta --y costará-- mucho trabajo remover.
En cuanto al tercer rubro, ha sido un cambio radical el despertar de los estados de la República a la vida autónoma, como ejemplo está la CONAGO, cuando iba a pensarse que pudiera funcionar algo similar durante el régimen hegemónico priísta; basta que recordar que los estados funcionaban como si fueran agencias del Poder Ejecutivo, o mejor dicho del Presidente de la República. Cabe señalar, entre muchos ejemplos que podría citar, que es la primera vez en toda la historia del México independiente que un presidente no mete la mano para resolver un problema que compete sólo a la soberanía de un Estado de la República, esto en el caso Oaxaca. En contrapartida, recordemos que los presidentes de la República quitaban y ponían gobernadores a su arbitrio.
Claro que durante la gestión de Fox hubo muchos errores y fallas, pero esto resulta natural cuando se está cumpliendo un periodo de la adecuación y aprendizaje, cuantimás después de tantos años de malos hábitos y vicios. Cabe decir que todo aprendizaje, sobre todo en un cambio tan radical, conlleva un costo muy alto en lo material y en lo moral. Esto, muchos no lo han podido o querido entender. Es claro que pasarán muchos años antes que se logre un nivel adecuado, seguramente se presentarán muchos obstáculos, pero lo importante que es empezar ya se logró, ahora toca a las generaciones futuras consolidarlo.
Pocos alcanzan a entender la complejidad de un gobierno que ya no puede imponer cosas sin que se las objeten, sino que tiene la necesidad de dialogar y llegar a acuerdos. Dialogar y llegar a acuerdos con los diferentes poderes, uno de ellos el Congreso, en el que para infortunio de los mexicanos hubo legisladores que no entendieron la nueva realidad. Un PRI que no supo perder y un PRD que viendo que podía acceder al poder nunca quiso ceder en las cosas que podían transformar aun mas profundamente al país. Y también un partido en el gobierno, el PAN, que tampoco supo cómo jugar en ese nuevo escenario, ya que debieron enseñar y educar a sus compañeros de otros partidos en la nueva realidad y no pudo.
Por eso no debe extrañaros que el PRI y el PRD vean con odio a Fox y lo culpen de todas sus desventuras. Un PRD que no es mas que un PRI de los 70's que quería regresar pero con otro nombre, y el PRI que hoy como tercera fuerza no sabe aun cómo debe actuar en este nuevo escenario. Sin duda ambos partidos deberán replantearse vivir la democracia a la cual no están aun acostumbrados. En el PRI los golpes bajos y los dedazos siguen siendo cosa de todos los días y en el PRD con su "presidente legítimamente" elegido por dedocracia, el cual nos recuerda aquellas épocas de Echeverría, quien fomentaba los conflictos sociales para mantener el poder, así como las dádivas a los más necesitados (los viejitos del D.F.) para controlarlos y comprar su voto.
Muchas cosas podríamos también reclamarle a Fox por omisión o porque debió hacerlo de otra forma. Pero nosotros como mexicanos que nos acordamos de aquellas épocas de la "dictadura perfecta", como lo describía Mario Vargas Llosa, no queremos que se vaya pensando que somos ingratos. El mismo Vargas Llosa ahora dice que pasamos a una "democracia imperfecta" precisamente porque no es suficiente con que haya un gobierno comprometido con la democracia, sino porque se necesita que todos los actores se comprometan con la misma: partidos políticos, El Congreso, los empresarios, los sindicatos, las asociaciones y sobre todo la sociedad civil, todos y cada uno de nosotros, personas en lo individual.
Recientemente escuché decir al Secretario Carlos Abascal decir que la democracia implica responsabilidad de los actores (de Abascal sólo se puede decir que ha sido siempre un hombre congruente con sus principios y sin duda también uno de los pilares del gobierno saliente y quien dejará un hueco enorme en la Secretaría de Gobernación).
Efectivamente la democracia es un sistema que permite a los ciudadanos y a todos los actores políticos y sociales: exigir, criticar, expresar y manifestarnos libremente; muy diferente, sin duda, a las épocas del PRI.
En este sentido la democracia es igual a libertad, la cual implica responsabilidad, porque no podemos actuar sin dejar de pensar en las consecuencias de nuestros actos, los cuales pueden afectar a terceros. Por eso para que realmente la democracia sea "perfecta", implica que los ciudadanos la ejerzamos pensando siempre en el bien común y para poder pensar en el bien común debemos todos vivir una virtud social que le hace falta vivir a muchos de los actores políticos y a muchos mexicanos, esta virtud social se llama solidaridad.
Vicente Fox, algunos te llamarán traidor, otros te dirán ineficiente. La verdad es que muchos más te decimos gracias. Gracias por meternos en el problema de resolver cómo hacer una mejor democracia, gracias por sacar al PRI de los pinos.
Estoy seguro que al pasar los años, cuando se escriba la historia de esta época, y se sepa evaluar el grado de dificultad que prevaleció durante su gestión, los historiadores dirán que Vicente Fox Quesada fue uno de los mejores presidentes que ha tenido México. Al tiempo.
«La vanidad es la gloria de los pobres de espíritu»
No hay comentarios:
Publicar un comentario