martes, 9 de febrero de 2010

Grasa de pollo como biodiésel

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel

Enero / 2007

 

 

La industria comienza a ver atractivo este ingrediente como componente de la gasolina, con la intención de abaratar el costo del combustible. Jerry Bagby está convencido de que hay energía en las montañas de Missouri y que encontró un pozo que nadie usa.

 

Bagby y un viejo amigo han reunido cinco millones de dólares para construir una nueva planta de biodiésel en las solitarias llanuras en las afueras del sudeste de Missouri. Apuestan a que pueden explotar un recurso natural generalmente ignorado que se encuentra en abundancia en estas partes: la grasa del pollo.

 

Hay bastante en una planta cercana de pollos de Tyson Foods Inc. Actualmente, la grasa de baja calidad es enviada fuera del estado para ser procesada y usada como un ingrediente barato de comida para perro, jabón y otros productos.

 

Bagby y su socio Harold Williams planean refinar la sustancia, mezclarla con aceite de soya y producir cerca de tres millones de galones de biodiésel al año.

Ahora, sólo una pequeña fracción del biodiésel de Estados Unidos se hace con grasa de pollo, pero eso puede cambiar. El alto costo del aceite de soya (el cual representa cerca del 90% de todo el inventario de combustible biodiésel) está presionando a la industria para explotar grasas animales en abundancia y baratas.

 

Las corporaciones más grandes de carne en la nación han tomado nota. Tyson Foods anunció en noviembre que ha establecido una división de energía renovable que comenzará a operar este año. Sus competidores Perdue Farms Inc. y Smithfield Foods Inc. están haciendo movimientos similares.

 

Conforme los empacadores de carne entren al terreno, agregarán grandes volúmenes al inventario de biodiésel, lo que llevaría a abaratarlo.

 

El cambio a la grasa animal como fuente de combustible podría ser clave para que la industria del biodiésel sea una fuente confiable de combustible para la flota de camiones de carga de EU, dijo Vernon Eidman, profesor de economía en la Universidad de Minessota quien ha estudiado ampliamente la industria del biocombustible.

 

Eideman estima que dentro de cinco años, EU producirá mil millones de galones de biodiésel, y la mitad será hecho de grasa animal. Pero para ese tiempo el biodiésel a base de soya representará cerca del 20% del total, dijo.

Para refinerías de combustible como la de Bagby. Las ventajas de la grasa animal son claras. El aceite de soya cuesta 33 centavos por libra mientras que la grasa de pollo cuesta 19 centavos. Sólo planea incluir aceite de soya en su mezcla porque agrega la lubricación necesaria para partes del motor.

 

"El aceite de soya es más caro que otros productos, por lo tanto sólo usamos el suficiente para hacer que el sistema corra limpio", dijo Bagby.

 

Para las compañías como Tyson, la atracción es simple. Siendo la compañía de carne más grande de la nación, Tyson es también el mayor productor de sobrantes de grasas de pollo, reses y cerdos.

 

Tyson mantiene los específicos de su división de combustible renovable bajo fuerte recelo. Pero Jeff Webster, vicepresidente de Tyson dijo durante una reciente conferencia que el potencial es claro.

 

Tyson produce cerca de 2,300 millones de libras de grasa de pollo anualmente en sus plantas de aves. Eso es cerca de 300 millones de galones que podrían ser convertidos en combustible.

 

El mercado para el biodiésel y etanol realmente empezó su boom en agosto de 2005, después de la aprobación de la Ley Federal de Políticas de Energía, dicen los expertos, La ley establece nuevos estándares requiriendo a EU usar siete mil galones de combustible renovable para 2012.

 

Tanto Tyson como Perdue ya están experimentando con biodiésel. Ambas compañías han comenzado a usar biodiésel en sus flotas de camiones.

 

Perdue está también vendiendo aceite de soya como biodiésel a través de la División Granos y Oilseed de la compañía. La compañía también dijo este verano planea construir su nueva planta o invertir en otras.

 

Smithfield Foods ha establecido su propia división de biocombustible. El grupo de Smithfield BioEnergy está estudiando cómo convertir en combustible los desechos de cerdo y ha comenzado también a producir biodiésel de aceite vegetal. La compañía no comentó sobre la división, pero su reciente reporte financiero dice que el programa de biodiésel está aún perdiendo dinero por los costos iniciales.

 

Teniendo una nueva fuente masiva de combustible es un desarrollo bienvenido para la industria del biodiésel, dijo Amber Thurlo Pearson, portavoz de la Junta Nacional de Biodiésel.

 

La junta estima que la producción de biodiésel de EU se está triplicando anualmente, yendo de 25 millones de galones en 2004 a 75 millones de galones el año pasado. La cifra final para 2006 podría ser de entre 150 y 225 millones y para el presente año podría rebasar 400 millones.

 

El biodiésel cuesta cerca de un dólar por galón más para producirlo que el diésel convencional, pero los incentivos fiscales federales para los distribuidores del combustible ayudan a ocultar ese costo para los consumidores.

 

En este futuro bien podría entrar México, siempre los inversionistas, vengan de donde vengan, se les brinden garantías, todo lo cual incrementará la planta laboral que tanta falta nos hace.

 

 


 

«La ley disciplina nuestro cotidiano vivir»

 

 



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