martes, 23 de febrero de 2010

Las razones erróneas

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel

Febrero / 2007

 

¿Algunas razones válidas para crear negocios?: mantener a la familia, ofrecer tus conocimientos profesionales o aprovechar una evidente necesidad en el mercado.

 

Estas razones existen en muchos pequeños empresarios cuando abren su negocio.

 

En el año 2004, según el Censo estadounidense, unos 700 mil establecimientos estaban operando en el estado California.   Un alto porcentaje de ellos propiedad de mexicanos o descendientes de.

 

Cerca de uno de cada dos negocios que operaban en California ese año eran negocios de entre uno y cuatro empleados, que generaban el 5.1% de los empleos de todo el Estado Dorado.

 

Pero hay otras razones que no deben usarse para crear negocios:

 

"Quiero tener el tiempo controlado para comenzar a las 8:00 a.m. y salir a las 5:00 p.m.". Si ésa es tu razón principal para crear el negocio, lamento desilusionarte, pero el tiempo que le dedicarás al negocio comprende más de ocho horas.

 

Un nuevo negocio te obliga a ser el primero en abrir y el último en cerrar.

 

No tan sólo te levantas más temprano, sino que duermes menos.

 

"Quiero ser mi propio jefe". Es cierto que en tu propio negocio tienes la opción de montar las reglas.

 

Incluso, tienes la libertad de mandar sin tener a alguien que físicamente supervise si estás cumpliendo con el trabajo o no.

 

Pero, no olvides una cosa: el control no desaparece; lo que haces es cambiar de medio. En una compañía, seas empleado o gerente, estás sometido a unas directrices.

 

En un negocio propio eres dueño, pero también eres empleado en el sentido de que tienes que controlarte a ti y a los otros para lograr que el negocio logre sus objetivos.

 

En otras palabras, como dueño eres empleado de los objetivos que te asignes.

 

Muchos creen ser líderes, pero pocos saben ser seguidores. En un negocio propio tienes que desarrollar ambas habilidades.

"Hacer lo que me plazca". Al menos que quieras jugar a la apariencia para subirte la autoestima al decir que tienes tu negocio, en tu propio negocio no puedes hacer todo lo que te plazca.

 

Como empleado tú recibes las directrices. En tu negocio tú las impones. Como empleado tú sigues ejemplos; como dueño marcas y eres el ejemplo para los demás.

 

"Me aburre el trabajo que tengo". Cierto que los negocios son excitantes y con retos, pero no son como "soplar y hacer botellas". Todo lleva un proceso de análisis, pensamiento, deliberación y toma de decisiones.

 

Es cierto que la motivación y tener la inquietud intelectual por los negocios son fundamentales a la hora de montar y mantener cualquier negocio, pero que no se confunda la motivación con la temeridad.

 

No porque estemos motivados a cambiar de estilo de vida podemos "tirarnos del monte Everest".

 

 



No hay comentarios:

Publicar un comentario