domingo, 14 de febrero de 2010

Los derechos humanos

¿se han olvidado?

 

Por: Querien Vangal

Enero / 2007

 

El diputado Armando Tonatiuh González Case presentó un paquete de reformas a los códigos Civil y Penal del Distrito Federal, así como a la Ley de Salud local, para despenalizar totalmente la práctica del aborto y quitarle la punibilidad a la eutanasia, cuando haya una petición expresa y libre.

 

Por otro lado, la cultura de los "derechos humanos" pareciera extenderse cada vez más, sin embargo nos encontramos a diversas instituciones y organismos que con la bandera de los derechos humanos pugnan por intereses particulares o de grupo etiquetando como derecho humano una preferencia o bien particular.

 

Pareciera que estamos ante una nueva sociedad que está más conciente de los derechos humanos, sin embargo con hechos como la iniciativa del PRI del D.F. vemos como existe un desconocimiento total de lo que estos son.

 

En realidad tenemos olvidados a los auténticos DERECHOS HUMANOS que fueron consagrados por la ONU hace 58 años, el 10 de diciembre de 1948.

 

 

¿Qué son los derechos humanos?

 

"Los Derechos Humanos son el conjunto de prerrogativas inherentes a la naturaleza de la persona, cuya realización efectiva resulta indispensable para el desarrollo integral del individuo que vive en una sociedad jurídicamente organizada. Estos derechos, establecidos en la Constitución y en las leyes, deben ser reconocidos y garantizados por el Estado."

 

 

La primera parte de esta idea es la clave para entender qué son los Derechos Humanos: "conjunto de prerrogativas inherentes a la naturaleza de la persona", es decir, conjunto de derechos que forman parte de lo que las personas somos, por el simple hecho de ser lo que somos.

 

Los derechos humanos no son un invento de la cultura humana. Es un descubrimiento que cada hombre realiza dentro de sí. Las leyes humanas deben tomar como punto de partida la naturaleza humana, la cual se traduce en la ley natural y que protegen a cada persona.

 

Lo siguiente a reflexionar es "qué es la persona humana". Este es un tema que fue abordado por los antiguos filósofos y pensadores de la humanidad. De esta reflexión profunda que cada uno debemos hacer, llegamos a una conclusión muy clara: todo lo que nos rodea o ya estaba o fue creado por nosotros (los seres humanos). Pero de esta observación se concluye que todo implicó un creador. Desde la estrofa portentosa de un poema, hasta el lápiz o la computadora con la que estamos comunicándonos actualmente.

 

Somos criaturas con ciertas características que nos hacen seres especiales en este mundo. Esas características son más que evidentes. Tenemos algo que nos hace muy diferentes a todos los demás seres vivos de éste planeta (y mientras no se demuestre otra cosa, del universo), y es el hecho de que podemos reflexionar sobre nosotros mismos, es decir, tenemos inteligencia, además somos libres, tenemos voluntad. Por eso es que cualquier ser humano puede decidir libremente y transitarlo completamente y puede buscar los medios para hacerlo. No podemos decir lo mismo sobre ningún otro ser vivo, ni siquiera de los delfines, seres que tienen una estructura mental mas sofisticada, ellos no han podido salir de el agua, en cambio nosotros no solo hemos podido navegar hasta lo mas profundo del mar sino que hemos podido viajar a la luna, fuera de nuestro planeta. Y muy probablemente en unos cientos de años conoceremos otros planetas.

 

No cabe duda de que la raza humana es especial y es necio pensar en lo contrario. Claro que justamente eso que nos hace diferentes conlleva una gran responsabilidad porque tenemos poder sobre todo lo que nos rodea y tenemos la capacidad de saber qué hacemos cuando ejercemos ese poder. Somos criaturas especiales y superiores: por ello somos dignos. Así mismo todo lo que nos pertenece como personas tiene ese gran realce y tiene una razón de ser. Más allá de que tenemos la capacidad de pensar y pensar sobre pensar, hay una característica esencial en nosotros, irremediablemente inseparable: la VIDA, y al ser seres dignos podríamos decir que la VIDA DIGNA. Por eso nuestro principal y fundamental derecho humano es la Vida Digna.

 

 

El primer derecho humano

 

Si no vives, no tienes ningún derecho: ni a la salud, ni a la educación, ni a la propiedad, ni a votar o ser votado. Por lo tanto, el primero y más fundamental de los derechos humanos es el derecho a LA VIDA. ¿Qué es la Vida de un ser humano? Cada día que nos acercamos más a nuestra esencia de vida nos maravilla lo grandioso de nuestra naturaleza. Ni el robot más sofisticado puede hacer al mismo tiempo todo lo que nosotros hacemos o suplir como algunos seres humanos con capacidades diferentes sus incapacidades por otras nuevas capacidades.

 

Por eso nos enredamos cuando queremos "re-definir" los derechos de las personas para agregar derechos que van contra nuestra naturaleza que es la Vida digna.                                                         

 

 

El ser humano ES desde el momento en que se manifiesta la Vida en él, es decir el momento mismo de la concepción, y esto lo confirma cada día más la ciencia, que por cierto, ha sido desarrollada por nosotros mismos. Una vez más es claro que pensamos y estudiamos sobre nosotros mismos.

 

Un óvulo y un espermatozoide, solo dos células (es decir somos de naturaleza uni-sexual), que se unen, fusionan o se implican para desde el primer instante de su fisión cumplir con la misión, nuevamente NATURAL de dar vida a otro nuevo ser humano (no a un perro, no a un elefante, no a una flor). Ese ya ser humano, obedeciendo a su naturaleza, crecerá y se desarrollará, se reproducirá y por su naturaleza en algún momento morirá.

 

Por eso el principal, fundamental derecho humano es el derecho a la vida digna. De ahí, y solo de ahí, pueden emanar condiciones que hagan que se respete ese derecho que tenemos por ser quienes somos. Esas condiciones se han mal llamado "otros derechos humanos", pero en realidad lo más importante es entender que vivir dignamente (respetando nuestra naturaleza) es el único derecho humano.

 

Esa inteligencia y voluntad que nos hacen libres y nos dan el poder sobre lo creado nos permiten modificar nuestro entorno. Esta modificación de nuestro entorno nos abre cada día más a nuevos retos, pero no cambia ni cambiará la esencia del ser humano y todo debe hacerse teniendo presente nuestra naturaleza y con ello nuestro derecho de vivir dignamente.

 

 

La ley humana: fruto de la ley natural y protectora de los derechos humanos.

 

Colón no inventó América, la descubrió. La ley natural tampoco es un invento de la cultura humana, es un descubrimiento que cada ser humano realiza dentro de sí. Con esa capacidad de autorreflexión y auto-conocimiento un ser humano de escasos meses de edad se da cuenta de lo que le afecta y lo que no le afecta, no solo eso, sino se da cuenta de que es una persona con propia identidad, diferente a mamá, a su juguete y a sus hermanos. Esto se manifiesta muy claramente cuando un bebé avienta un juguete repetidamente, por un lado a él no le duele, y por otro llega a la conclusión de que "El es diferente al juguete".

 

Las leyes existen para delimitar claramente los derechos y deberes de las personas en un mundo complejo. Por ello, los legisladores promulgan leyes para proteger el SER de cada persona en una convivencia sana con los demás, castigando también a quienes infrinjan una ley para prevenir futuras fallas y asegurar la aplicación de la justicia y como consecuencia la vivencia de la paz social. Para que las leyes realmente sirvan a la persona, su fuente debe ser la naturaleza humana. Toda ley humana debe ser de ésta manera, una traducción de la ley natural.

 

Las leyes positivas (o hechas por el legislador) son aplicaciones de la ley natural a la infinita variedad de situaciones que el hombre es capaz de crear. La ley natural manda, por ejemplo, respetar la vida de los demás, pero las situaciones concretas que pueden constituir un peligro para la vida -falta de seguridad en el trabajo, conducción temeraria, negligencias médicas, ignorancias culpables, etc...- son tan complejas que requieren la pormenorizarse en la ley general. Lo que se quiere decir es que las leyes humanas han de ser determinaciones particulares de la ley natural, pensadas para regular las variadísimas condiciones concretas en las que se desenvuelve la existencia humana: deben hablar donde la naturaleza calla. El fin de todas las leyes es, o debe ser, proteger a la persona, proteger los derechos humanos.

 

Hay algunas corrientes de pensamiento (Kelsen) que niegan los derechos humanos naturales, y afirman que sólo existen las leyes humanas escritas: las que real y positivamente han sido elaboradas por los hombres. ¿Pero que ocurriría de ser cierta la hipótesis positivista? ... Sucedería que antes de promulgar las leyes humanas no serían injustos el asesinato ni el robo, por ejemplo. Por tanto habría una pérdida de valores morales y un fomento de los propios intereses. Y, además, si la ley humana fuera justa sólo por ser ley positiva, los regímenes políticos que violasen "legalmente" los derechos humanos (por ejemplo a través del aborto, la eutanasia, la eugenesia, el genocidio) no serían injustos. Nadie podría protestar contra ellos o exclamar "no hay derecho"; no podrían denunciarse regímenes tiránicos pues estarían dentro de la ley. Por eso es fundamental saber que en última instancia, la ley humana sólo es legítima, cuando respeta la verdad sobre el hombre. Si se aparta de ella, se convierte en violencia, en la ley del más fuerte al servicio de una autoridad corrompida.

 

Al terminar la 2ª Guerra Mundial, los dirigentes nazis fueron juzgados en Nüremberg. Su defensa consistió en decir que eran un estado soberano con reconocimiento internacional y con un derecho estipulado, y que habrían obrado conforme a esa ley. Se les contestó que tal derecho no era legítimo porque habían cometido crímenes contra la humanidad (otro modo de hablar de los derechos humanos).

 

 

¿"Nuevos" derechos humanos?

 

Los Derechos humanos, plasmados en el 48 en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, son fruto de la comprensión y concepción de la naturaleza humana, y no van cambiando con las generaciones, como no muta el ser humano en lo fundamental, pues dejaría de ser hombre o mujer. El ser humano es el mismo, ayer, hoy y mañana. Su forma de hacer cultura, su adaptación a la realidad, su manera de organizarse socialmente puede y debe cambiar, pues es inherente a su carácter inteligente; pero el corazón humano no cambia. Ni siquiera es cuestión de genética.

 

Pero ¿qué son los derechos humanos de primera, segunda y tercera generación?

 

1.                   Primera generación: Estos derechos se consagraron inicialmente en la "Declaración universal de los derechos del hombre y del ciudadano" en Francia en 1787 y protegen los derechos civiles y de libertades públicas, basados en el derecho a la vida, la integridad física y moral y la seguridad así como el derecho a la ciudadanía y a la participación civil.

2.                   Segunda generación: Estos derechos se reconocieron el 10 de diciembre de 1948, con la "Declaración Universal de los Derechos Humanos" proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas y son derechos que permiten a la persona, colocarse en condiciones de igualdad frente al Estado, para reclamar el deber de proteger los derechos económicos, sociales y culturales como la propiedad, los derechos familiares, la salud, la educación, la cultura y los derechos laborales.

3.                   Tercera generación: Diversos grupos particulares de intereses o de preferencias, están luchando por que sean reconocidos como derechos humanos situaciones particulares. Esta generación es llamada también: "Nuevos Derechos humanos" que son los derechos de las minorías, como los homosexuales; los derechos del medio ambiente; de los animales o las plantas; derechos sexuales y reproductivos de la mujer, que incluyen el aborto. Si estas propuestas fueran realmente "derechos humanos" sería porque se elaboraran desde una nueva concepción de la persona caracterizada por un exagerado materialismo, y por la aplicación de las artificiales teorías de género. Si éstos fueran verdaderos derechos humanos, la opinión y la subjetividad estarían ganando terreno a la objetividad: a la Verdad. Esta tercera generación no ha sido reconocida por ningún tratado internacional. Muchas de las propuestas de "derechos" de ésta nueva generación, no están basados en la Naturaleza Humana inmutable y por lo tanto no son Derechos Humanos.

 

Hagamos un esfuerzo por reflexionar y entender quienes somos, de dónde venimos y a dónde vamos. Si aclaramos esa idea central, nuestra convivencia será mucho más sencilla y nuestros derechos como personas serán evidentes. Empecemos por nosotros mismos entendiendo que mis derechos son tus derechos por que tú y yo somos personas.

 


«La vanidad es la gloria de los pobres de espíritu»

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